Los negocios gastronómicos según pasan los años: del parripollo a los cupcakes

Es fácil adivinar que miles de las casas de sushi y cupcakes se reproducen hoy como gremlins en Buenos Aires no van a sobrevivir. ¿Pero alguien se acuerda de qué hacía la gente quince años atrás? Galería de fotosGalería de fotos

Redacción Fortuna

Punto de vista. Por Carolina Aguirre *

¿Cuáles eran los emprendimientos gastronómicos del momento cuando había que ir a buscar la pizzas porque no había envío a domicilio?

1988 | ROTISERIAS

Cuando el delivery todavía era una excentricidad, los que soñaban con el negocito propio se ponían una rotisería. Invertían en un spiedo, un microondas, y una freidora industrial, con la secreta esperanza de transformar buñuelos de acelga y bombas de papa en su primer millón de pesos. Los fines de semana a la noche tenías que hacer cola en la de tu cuadra para conseguir una milanesa a la napolitana, pero en la década del noventa, luego de que los supermercados agregaran una sección de comidas elaboradas a todas sus sucursales, muchas empezaron a cerrar. Hoy subsisten en la costa atlántica y en algunos pueblos.

Situación actual: quedan diez en el mundo.

Verano de 1989: Mc Donald’s es lo más y festejar el cumpleaños en Pumper Nic empieza a ser grasa.

1991| HIPERMERCADOS y PATIOS DE COMIDAS

En pleno menemato y en la cresta del Miami-mood, los supermercados se empezaron a hacer cada vez más grandes. Agregaron escaleras mecánicas, patios de comidas,  sección de muebles, juguetes, librería e incluso una sección de deportes, colchones y computación. Se transformaron en el tío monstruoso y bruto del almacén. Algunos incluso llegaron a tener 5000 metros cuadrados y 48 cajas registradoras para atender a las familias que se pasaban la tarde del domingo haciendo la compra de todo el mes en sus changuitos tamaño portavión. Recién en el año 1998, con la crisis calentando motores, la gente empezó a comprar lo justo para esa semana y las sucursales de diez hectáreas se transformaron en iglesias evangelistas o estacionamientos.

Situación actual: son iglesias evangelistas

Invierno de 1993: Cierra la última pista de patinaje sobre hielo y sólo dos bowlings todavía se mantienen en pie. Se abren las primeras canchas de paddle.

1993 | TENEDORES LIBRES

En esa época, con Argentina todavía consagrada a la compra compulsiva y a la apología de la cantidad, otro emprendimiento se multiplicaba en todas las cuadras del país: los tenedores libres; principalmente, los orientales. Por $6 (¡qué recuerdos!) uno podía servirse cordilleras de ensalada de kanikama, carretillas de chaw fan y compoteras llenas de helado marca Sei-tu con colorante. Con la llegada del 2001, los camarones, langostinos y palmitos, hasta entonces amparados por un dólar mentiroso, desaparecieron de las mesas, dando paso a islas de pastas y de crepes 100% harina. Sólo queda algún Grant´s, en Belgrano y es uno de los lugares más tristes de la Argentina después de Once los domingos.

Situación actual: cerrados.

1994 | PARRIPOLLOS

Ya fundidas las rotiserías y aprovechando el incipiente boom del delivery, junto con las canchas de paddle y los videoclubes, se multiplicaron los parripollos. Se llamaban “El retorno de mi pollo”, “El pollo loco” y otras mil variaciones poco graciosas relacionadas con el ave en cuestión, y aunque tenían asado, ensaladas y alguna otra cosa más, lo que todo el mundo pedía era la promoción de un pollo con fritas y gaseosa a diez o doce pesos. Se terminaron fundiendo un poco porque la gente se cansó de comer pollo, otro poco por culpa de la cadena Pollo Trak, y otro poco porque había 19 en cada barrio.

Situación actual: cerrados.

1995 | CANTOBARES

Por ese año, todos los pubs que se estaban fundiendo, se compraron un karaoke, y en vez de llevar banditas de fracasados, empezaron a dejar que los clientes más borrachos se subieran a desafinar temas de Calamaro o de Fito Páez. Se extinguieron tres años más tarde, cuando todos nos miramos a los ojos y nos dijimos la verdad: a nadie le gustaban, sólo éramos adolescentes que hacían lo que hacían los demás.

Situación actual: cerrados.

1997: Se acabó  el sueño americano. Huyen del país Dunkin Donuts, Wendy's y Pizza Hut. Walmart empieza a vender tortitas negras y bolas de fraile como los demás supermercados.

1998| PIZZA UGIS

Hacia el final del menemismo, los comerciantes se enfrentaron con una verdad demoledora: la clase media no tenía ni para el colectivo. Se había acabado el derroche, los viajes a Miami, las compras mensuales en el supermercado. 1984 estaba de vuelta y eramos otra vez pobres. En esa época, un negocio le dio el primer paso de lo que sería el boom de la comida barata: las franquicias de pizza Ugis. Si bien parecían panes de pita con tomate crudo y  orégano, hay que reconocer que el producto era regalado: $3 la grande de mozzarella. El modelo de negocio funcionó. Hoy hay cerca de 50 sucursales en las que metaleros y taxistas se juntan a comer un par de porciones a la madrugada.

Situación actual: siguen en auge.

Conozca la evolución de 1999 a 2009. Lea el artículo completo en Revista Joy »

* Periodista y guionista.

16/4/2010

Galería de imágenes
En esta Nota