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Por aumento en los precios, el consumo de carne por habitante bajó 12 kilos y el de bebidas 6,2 litros. El mayor impacto se registra en productos frescos.
Por Juan Pablo De Santis *
Por efecto de la inflación, durante los primeros tres meses del año los argentinos bajaron su consumo de carne vacuna y bebidas. Estas dos clases de productos representan en torno a un cuarto de las ventas minoristas de la canasta total de alimentos y bebidas que compran las familias, según un relevamiento del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA).
Ahora un asado acompañado de vino es más exclusivo. La diferencia sustancial se encuentra en quien mide los datos. Entre enero y abril de 2010 para el INDEC el rubro Alimentos y Bebidas tuvo una inflación de 7,3%, mientras que según la estimación de Buenos Aires City (grupo de investigación de la UBA) fue de 17,7%.
De acuerdo a la información estadística que maneja la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), en los últimos cuatro meses, en promedio, el rubro completo de alimentos y bebidas creció 19,6%; mientras que los frescos tuvieron un ascenso en torno a 30%. De este último capítulo se desprenden: carnes, 38%; lácteos, 17%; frutas, 12% y hortalizas, 10%.
CARNE VACUNA
Para la Cámara de la Industria de la Carne (CICCRA) en el primer trimestre el consumo interno bajó 18% frente al mismo período de 2009. Es decir, cada argentino pasó de comer 68,5 a 56,2 kilos de carne por año: 12 kilos menos.
Según Miguel Schiaretti, presidente de CICCRA, el descenso en el consumo está explicado por una "menor oferta de ganado" y debido "al rápido encarecimiento del producto en los últimos meses". En el Mercado concentrador de Liniers el precio en pie del novillo subió de $3,3 a $5,8 desde principio de año.
En los mostradores de carnicerías se tradujo en una suba de valores de 38% entre enero y abril (de $16 a $25 promedio por kilo). Schiaretti estima que según los últimos relevamientos de su entidad, este año la faena vacuna terminará en 12 millones de cabezas, mientras que en 2009 fue de 16 millones.
ALIMENTOS PROCESADOS DE CONSUMO MASIVO
El mayor impacto de los precios se registra en frescos y bebidas. "En la canasta de alimentos que integran nuestras empresas (en su mayoría procesados) no hemos tenido alertas significativa que marquen baja en el nivel de producción y de algún modo los aumentos fueron convalidados por los consumidores", dice Mercedes Nino, directora ejecutiva de COPAL.
BEBIDAS
Entre enero y marzo de 2010 el consumo de bebidas -gaseosas, cerveza y vino- entre por habitante se ubicó en 177,83 litros , que representó una caída de 6,2 litros frente al mismo período del año pasado y el nivel de producción está estancado. El dato se desprende de una investigación de la consultora Investigaciones Económicas Sectoriales (IES).
La caída se explicó en su mayoría por un descenso en el consumo de gaseosa (incluye aguas saborizadas) y vino, mientras que la cerveza alcanzó un máximo histórico de 57,1 litros per cápita. No obstante, vale destacas que el segmento de gaseosas representa el 56% del consumo nacional de bebidas.
"Principalmente la cuestión inflacionaria pegó fuerte en gaseosas y vinos para explicar la baja en el consumo", afirma Alejandro Obando, director de IES, al graficar que la inflación en este sector se está acelerando: 21,4% en el primer trimeste de 2010 y 17% en el cuarto trimestre de 2009.
"A raíz de los números, los acomodamientos se dan por efecto de los precios internos, porque la producción no ha subido, y exportación", analiza Obando.
* Editor de FortunaWeb
26/5/2010
