Franco Macri, más importante que Timerman en la gira oficial a China

Redacción Fortuna

De la patria contratista a la diplomacia privada. Si se concretan los anuncios, el papá de Mauricio cobrará comisiones por casi US$ 400 millones. Los empresarios locales demandan políticas públicas para seducir a Beijing.

Por Rodolfo Barros *

De concretarse la apliación de los créditos por US$ 9.500 millones con los que el gobierno chino financiará la compra por parte de la Argentina de locomotoras y vagones y de obras de infraestructura ferroviara, Franco Macri, autodefinido “trader” y recordado como uno de los capitanes de “la patria contratista”, embolsará casi US$ 400 millones por las gestiones que realizó ante empresas estatales de ese país en favor de los acuerdos que firmó la presidenta Cristina Kirchner a principios de este semana en Beijing.

Franco Macri admitió al diario La Nación que cobra 4% de comisión por transformar en negocios las relaciones que cultiva con los chinos desde hace décadas. Los acuerdos anunciados por la Presidenta se enmarcan en esas relaciones. El ex concesionario del Correo, reestatizado durante la gestión de Néstor Kirchner, vuelve así a tener el peso de una estrella en la gravitación de la obra pública.

Pero la Presidenta no destacará el rol del padre de Mauricio Macri este sábado cuando aterrice en Buenos Aires. Se espera que realice un balance similar al que disparó antes de abandonar Shanghai, basado en que además de la financiación para ampliar la línea de subterráneos E hasta Ezeiza, crear otra red en Córdoba y modernizar el Belgrano Cargas, entre otras obras, habrá –aseguró– inversiones por unos US$ 500 millones en minería, que según el ministro de Planificación, Julio De Vido, pondrán a la Argentina entre los países más importantes del sector.

En el balance oficial se reitera que la multinacional farmacéutica Grupo Chemo, propiedad del argentino Hugo Sigman, se asoció con la china Fosun Pharmaceutical para construir un laboratio en Shanghai, con una inversión conjunta de US$ 73 millones para producir genéricos. Sigman, junto con Eduardo Elzstain, titular de IRSA, fue uno de los empresarios más importantes que acompañó a la comitiva presidencial.

Aunque de menores dimensiones, como Chemo otras empresas cerraron negocios más vinculados a los esfuerzos propios que a la diplomacia con China, golpeada por la suspensión del viaje de CFK en enero y, más recientemente, por las trabas a las compras de aceite de soja argentino. Tras seis meses de negociaciones, El Noble se asoció a un importador que abrirá nueve locales de empanadas argentinas en China y que le promete la compra de un contenedor al mes, a un precio de US$ 60 mil.

Otro caso es el de Telefe, el único canal con producción propia de contenidos de la Argentina, que se asoció a un importante multimedios chino para crear la primera telenovela en coproducción.

Acaso por ello el balance del viaje de CFK a China tenga otro sabor para los empresarios. Ernesto Fernández Taboada, director de la Cámara de Comercio Argentino-China, lo evaluó como positivo, aunque reclama más énfasis por parte del Estado en la relación. “Desde 2004 no iba ningún presidente a China, cuando la titular del gobierno alemán, Angela Merkel, hizo cuatro visitas consecutivas”, ejemplificó.

Cristina Kircher tampoco pudo traerse como recuerdo de su viaje presidencial un acuerdo que levante las trabas a las compras de aceite de soja argentino, cuando los brasileños, se estima, están ganando US$ 30 millones extra por cada tonelada que deja de vender la Argentina. Sin embargo, en dos de las más importantes aceiteras argentinas aseguraron que mejor que nada es que se haya creado una comisión para revisar la medida. Esperan continuidad en la diplomacia.

*Con la colaboración de Diego Laje (desde Hong Kong) y Sebastián Iñurrieta.

17/7/2010

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