El Gobierno va por la caja de Techint y le declaró la guerra

Crisis con las empresas. La asamblea de Siderar le negó a la Anses los directores adicionales que pretendía. Distribuyó dividendos como nunca antes, pero el kirchnerismo quería más y lo trabó.

Redacción Fortuna

Por Carmen López Imizcoz y Matías Barbería *

La embestida del Gobierno por ganar lugares en las empresas de las que es accionista mostró ayer un propósito encubierto: la voracidad fiscal por hacerse de más dividendos de estas firmas y ampliar así la caja en un año electoral. Mientras el año pasado, la Anses cobró por ganancias distribuidas por las 43 compañías en las que es accionista “sólo” $730 millones, ayer rechazó por “pobre” la propuesta de Siderar, del grupo Techint, que le significaría hacerse de $392,5 millones. Declaró “irregulares” e “ineficaces” todas las decisiones tomadas en la asamblea de accionistas de la empresa, con una resolución de la Comisión Nacional de Valores (CNV).

Los representantes de la Anses en la compañía controlada por Techint, donde la repartición estatal que comanda Diego Bossio posee 25,97% de la participación accionaria, se abstuvieron o rechazaron las presentaciones del accionista mayoritario.

Munido de una carpeta, Daniel Novegil, presidente de la compañía, arribó ayer a la asamblea junto a un séquito de directores, entre los que estaba Francisco Cudós, de la UOM, en representación de los trabajadores. En las caras de los ejecutivos se avizoraba una jornada de tensa negociación.

Sorpresa y media.

En un escueto comunicado a la Bolsa, Siderar informó ayer que la asamblea resolvió “pasar a un cuarto intermedio” hasta el 11 de mayo para determinar los miembros del directorio. Fuentes de Techint explicaron que buscan definir el curso de acción en referencia al derecho a voto de la Anses y destacaron que el DNU 441 es inconstitucional.

Hasta aquí, lo esperable. Pero, además, la asamblea aprobó “el pago de un dividendo en efectivo por $ 1.511.489.154” a partir del 6 de mayo próximo, aunque la orden del día, fijada en marzo –cuando nadie esperaba el DNU 441 del miércoles último por el cual el Gobierno eliminó la traba legal para ejercer más del 5% del derecho de voto–, preveía considerar “el pago de un dividendo en efectivo de $ 403.063.774”. Es decir, Techint, sin dar explicaciones, propuso distribuir casi el cuádruple de lo que había previsto en marzo.

Sin embargo, hubo otra sorpresa más: los representantes de la Anses se opusieron a la distribución de dividendos que decidió la asamblea.

Los representantes de la Anses en la asamblea llegaron con el mandato de lograr que la empresa distribuyera cada centavo posible en concepto de dividendos y lograron obtener mucho más de lo que el accionista mayoritario de Siderar –Ternium, del grupo Techint– pretendía pero no quedaron conformes porque aspiraban a más.

Si bien Siderar terminó autorizando que se repartiera más de tres veces lo anunciado, logró respetar el límite establecido por su directorio, que consideraba distribuibles no más de $ 1.783 millones.

Los más de $ 1.500 millones que la firma finalmente informó que distribuirá, de los que la Anses se alzará con $ 392,5 millones, tuvieron sabor a poco porque el objetivo del Gobierno era que la empresa se desprendiera de los $ 6.455 millones que guarda en concepto de reserva de futuros dividendos, como consta en el estado de patrimonio de Siderar al 31 de diciembre de 2010.

“Distribuyeron dividendos por $ 1.500 millones, pero se negaron a tratar la distribución de $ 6.455 millones reservados, sin argumento válido”, dijo Bossio por Twitter ayer.

Fuentes del mercado aseguraron que la pretensión de la Anses era exagerada. “La empresa tenía margen para distribuir hasta $ 2.764 millones, que es lo que tiene en caja e inversiones de corto plazo. Repartir más hubiera implicado comenzar a endeudarse”, señaló un analista a este diario. “Es decir, hubiera sido posible, pero comprometiendo a la empresa”, agregó.

Si se hubieran alcanzado los $ 6.400 millones pretendidos por la Anses, el ente previsional se habría embolsado unos $ 1.676 millones en mayo. “Por eso se votó en contra de la distribución de dividendos, porque la empresa tenía más para repartir”, confirmó una fuente del Gobierno.

En el Gobierno, se lamentan porque los casi $ 5 mil millones de reserva de futuros dividendos (que no se aprobó repartir ayer) fueron transformados en “resultados no asignados” dentro de los libros contables de Siderar, por lo que no podrán ser distribuidos a los bolsillos de los accionistas como la Anses.

Claves de los dividendos

Más allá de fines políticos o la obtención de cargos rentados para sus militantes, la nueva avanzada del Gobierno para nombrar directores en empresas privadas tiene en la mira las ganancias que esas firmas distribuyen cada año. “El año pasado la Anses percibió $ 730 millones en concepto de dividendos, este año aspiramos a superar esa cifra”, afirmó el titular del organismo previsional, Diego Bossio.

La Anses es una de las principales canteras de fondos frescos para la presidenta Cristina Kirchner. De los $ 182 millones del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), que recibió como herencia de las AFJP y que cada año se nutre del superávit que arroja la operatoria del organismo previsional, depende gran parte de las inversiones energéticas y de infraestructura del Gobierno.

Además, más de la mitad del fondo está en títulos públicos, es decir, fue prestado al Estado.

En un año electoral, se prevé que esa caja se vea más exigida que nunca, y para ello necesita de fondos frescos. La vía tradicional para conseguirlos, el superávit que queda luego de pagar jubilaciones y asignaciones de cada año, terminó siendo nula en diciembre último. En 2009, había rondado los $ 2.700 millones.

La falta de ese ingreso anual obliga a salir a buscar otras fuentes. En caso de que los resultados de la asamblea de Siderar resistan la embestida legal del Gobierno, la firma del Grupo Techint habrá aportado $ 400 millones este año, más de la mitad de los $ 730 que aportaron el año pasado juntas las 42 empresas en las la Anses, que es accionista.

De la redacción de Diario Perfil

16/4/2011