El sector podría desacelerarse si Brasil confirma el freno a la importación de vehículos y autopartes. Fuerte crítica en medios brasileños.
El secretario Adjunto del Smata, Ángel Tello, dijo que toma “como una amenaza” el anuncio de Brasil acerca del freno de la importación de autos, si hasta la medianoche del domingo Argentina no elimina las trabas a la compra de sus productos. “Ojalá que realmente prime la racionalidad y que a partir de la semana que viene sigamos trabajando de la misma manera en que lo estábamos haciendo”, dijo a radio Cadena 3.
El sector automotor de Córdoba podría sufrir una abrupta desaceleración de su producción si Brasil confirma su amenaza de frenar la importación de vehículos y autopartes.
El freno a la actividad sería una consecuencia inevitable de la decisión de las autoridades del principal socio del Mercosur de disponer represalias a la Argentina por las restricciones que el gobierno de Cristina Fernández aplica a la importación de otros bienes de ese origen, como alimentos y textiles, a través de licencias no automáticas.
Repercusiones
Esta mañana, los principales diarios brasileños calificaron como "represalias" las medidas que limitan el comercio automotriz con la Argentina, pero el ministro de Industria del país vecino, Fernando Pimentel, dijo que las medidas sólo buscan reducir el rojo en la balanza del sector.
El diario O Globo tituló "Para tomar represalias contra Argentina, Brasil dificulta la importación de autos y autopartes de todos los país". Según este diario, "Brasil y Argentina viven su peor momento, después de años tregua.
Por su parte, Folha do Sao Paulo señaló que "el Gobierno modifica la ley para dificultar el ingreso de autos importados". El diario paulista precisó que "por lo menos 67 camiones con vehículos venidos de la Argentina aguardan en la frontera brasileña la liberación del ingreso al país, ya con las nuevas reglas de importación". También destacó que "según lo determinado por la OMC, este tipo de procedimientos tiene que aplicarse para todos los países, o sea, que a partir de esta semana, el gobierno brasileño tiene hasta 60 días para permitir el ingreso de los automóviles".
En tanto, Jornal do Brasil señala que Pimentel "niega reprimenda a la Argentina, pero admite monitoreo de los productos". El ministro sostuvo que "están usando un término errado; reprimenda es una cosa complicada de hacer, por ahora estamos solo monitoreando. Las medidas adoptadas en las aduanas fueron tomadas contra varios países".
En cambio O Estado do Sao Paulo destacó que "el objetivo de la medida es reducir el déficit, dice Pimentel". Por último, Valor Económico consideró que "la burocracia traba a vehículos argentinos".
Con agencias
13/5/2011
