Más demanda de inmuebles para refugiarse de la crisis

Más consultas por casas y departamentos. Contra el usual estancamiento por el clima electoral, las ventas saltaron el 20% al caer las bolsas. Con tasas bajas y turbulencia global, las propiedades son las que más rinden.

Redacción Fortuna

Por Rodolfo Barros * y Analía Franklin **

Al compás del recrudecimiento de la crisis financiera internacional, las operaciones para adquirir casas y departamentos crecieron 20% en las primeras dos semanas de agosto, respecto del mes anterior. El dato, corroborado por diversos actores del mercado inmobiliario contrasta con la tradición en el sector, que en años electorales espera una menor demanda hasta que el clima aclare. La sorpresa entre los operadores se incrementó en los últimos días. Concuerdan en que la victoria del oficialismo en las primarias despejó más dudas y llevó a los inversores a incerementar las consultas para escapar de la liquidez y asegurase en los ladrillos entre 100 y 500%, dependiendo del proyecto.

La opinión mayoritaria sobre el fenómeno, entre los consultados para este informe, se sintetiza lo dicho por Alejandra Corvello: “El resultado electoral hizo que la gente supiera con qué cartas cuenta, que el juego no será muy distinto y eso ayudó a que hubiera más consulta, en un mercado que en agosto disparó la concreción de operaciones gracias a la inestabilidad financiera que deja menos opciones para invertir”, explicó la propietaria de una inmobiliaria con predominio en Palermo.

En el mercado, coicien en que la incertidumbre global hizo que las operaciones se concentraran en tickets de US$ 100 mil, que crecieron 15% respecto del mes pasado y en las de más de US$ 100 mil, que aumentaron más de 25 por ciento.

En la inmobiliaria Baigún afirmaron: hay muchos inversores que apuntan a unidades de uno y dos ambientes porque dan más rentabilidad y es un buen refugio de valor. Se está buscando unidades chicas, apto profesional y de más o menos buen acceso.

El sobresalto en las ventas muestra también que los inversores recuerdan 2009 y no creen en la inmunidad del país a la crisis.

Aunque la correlación entre el mercado de acciones y de commodities agrícolas “es baja por ahora”, en especial, en lo que se refiere a aquellas materias primas más importantes para la Argentina, como la soja y el maíz, una de las vías de contagio más fuertes de la crisis, la economía de Brasil muestra signos de un aterrizaje suave que limitará el crecimiento argentino, según el Ieral. Ayer, El ex presidente del Banco Central y candidato a diputado del duhaldismo, Martín Redrado, dijo que es “irresponsable” pensar que crisis mundial no afectará a la Argentina y señaló que “más de lo mismo no alcanza”.

“Si bien hubo un amesetamiento en los meses de junio y julio, las primarias del domingo generaron en el mercado una confianza en la continuidad del modelo económico”, señaló Héctor D’Odorico, presidente de la firma que lleva su nombre. El especialista esperaba a principios de año un crecimiento menor del mercado retraído por el clima electoral. El mix crisis más victoria de Cristina Kirchner llevó a los consultores a revisar sus predicciones hacia arriba.

Por su parte, Rodrigo Fernández Prieto, CEO de Intelligent, dijo: “La semana anterior al 14 había incertidumbre. Hoy, ya no. La cantidad de consultas que nos llegaron aumentó el 500% de una semana a la otra”.

Gonzalo Monarca, del Grupo Monarca sintetizó: “La incertidumbre financiera, la situación de los mercados y las bajas tasas de interés ofrecidas por los bancos empujaron a la gente hacia el ladrillo. La gente va a lo seguro: el ladrillo”.

El oro y el dólar, las otras protecciones argentinas. La crisis global trajo semanas de volatilidad, nervios e inseguridad a inversores del mundo, pero no tanto para los argentinos que, además del clásico “ladrillo”, apuestan sin temor a equivocarse al oro y al dólar, cuya demanda se duplicó para la moneda norteamericana y se multiplicó por diez o más en el caso del preciado metal en lo que va del año.

Con el oro batiendo récords históricos casi en forma diaria –el viernes cerró cerca de US$ 58 el gramo– el Banco Ciudad y el Banco Piano, dos de los principales vendedores del mercado, vieron ampliarse las colas en sus sucursales por el arribo de pequeños inversores en búsqueda de monedas o lingotes chicos certificados. “De vender uno o dos kilos, ahora vendemos veinte kilos por día”, reveló ayer el presidente del Ciudad, Federico Sturzenegger, en declaraciones radiales.

Con la onza troy en Londres a un precio superior a US$ 1.853, los veinte kilogramos equivalen a casi unos US$ 1,16 millón diario de ventas. El banquero justificó el accionar argentino al explicar que el oro “es un activo que está en dólares y es un buen refugio”, aunque advirtió que “es muy volátil, como todas las commodities”. Por ahora, va siempre hacia arriba: en lo que va del mes, subió 10% y en el año, lo hizo 25% en dólares. “Flor de negocio”, reconoció.

La fiebre del dólar es más conocida. En el último mes, se vendieron US$ 500 millones, poco menos que el doble que en marzo, lo que impulsó la moneda el 4,7% en lo que va del año hasta $ 4,2 por unidad. Según el Banco Central, la compra de dólares por parte del sector privado no financiero llegó a 9.801 (85,9% de todo 2010). La “fuga de capitales” se habría intensificado en julio hasta US$ 2 mil millones y en la primera quincena de agosto, cuando se vendieron US$ 1.400 millones.

* Editor de Diario Perfil **Especial para Diario Perfil

21/8/2011

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