Fuerte jugada del Banco Central para contener la compra de dólares

Este lunes vendió U$S 200 millones de sus reservas para dejar a la divisa firme en $4,24. Durante septiembre ya colocó U$S 1.000 millones. Galería de fotosGalería de fotos

Redacción Fortuna

El Banco Central hizo una fuerte postura vendedora para contener las presiones del alza del dólar. Ofreció U$S 600 millones, de los cuales perdió U$S 200 millones para contener a la divisa estadounidense en $4,20 para la compra y $4,24 para la venta.

Apenas iniciada la jornada salió al mercado con U$S 100 millones, pero ante el crecimiento del a demanda fue aumentando la demanda. Al cierre de la rueda cambiaria, las 3 de la tarde, las reservas de la entidad monetaria habían mermado en U$S 220 millones. A esto se le deben sumar otros U$S 50 millones que vendieron entidades oficiales como el Banco Nación.

Con las ventas de este lunes, el Banco Central ya vendió más de U$S 1.000 millones durante el mes de septiembre. De este modo, se encamina a superar los U$S 1.000 millones liquidados en agosto.

El Euro se mantuvo en $5,76 para la compra y $5,88 para la venta, mientras que el Real concluyó en $2,27 para la compra y $2,39 para la venta.

Cómo hace el Banco Central para intervenir en el mercado cambiario »

Redacción FortunaWeb

19/9/2011

Cuatro operadores definen en un "mercado ciego" el tipo de cambio

Por Carmen López Imizcoz *

El valor del dólar en las casas de cambio, que ayer promedió $ 4,24 para la venta, se define en un mercado mayorista y electrónico, donde operan los bancos, las casas de cambio y el BCRA, único jugador con US$ 49.700 millones en sus arcas. A diferencia del segmento minorista, en la rueda mayorista se opera por montos que parten de los US$ 500 mil y fracciones de 10 mil dólares.

Aunque la decisión política viene de la Rosada, en la práctica, cuatro personas son las encargadas de frenar la suba del dólar. Capitaneados por Juan Basco, subgerente general de Operaciones del BCRA, dos operadores se ocupan de concertar compras o ventas de dólares en el mercado “spot” (al contado) y otro par hace lo mismo pero en la plaza que transa contratos a futuro. A estos cuatro, se suman a otros seis empleados, encargados de la compraventa de letras y notas. Si bien la jornada laboral dura sólo cinco horas (de 10 a 15 hs), el trabajo de operador demanda buenos reflejos, alta concentración y nervios de acero.

Como la mesa de operaciones de cualquier banco, la del Central es una circunferencia de escritorios. Los operadores se sientan de cara a enormes monitores, donde les figuran dos columnas: a la izquierda, las ofertas de dólares y, a la derecha, las demandas, ordenadas de mayor a menor precio. Al lado de la cotización, aparece el monto en cuestión y el BCRA es el único jugador que, además, puede ver el nombre de la entidad involucrada.

El sistema electrónico de operaciones que permite este “encuentro” (virtual) entre oferentes y demandantes de dólares, conocido como Siopel, es un producto del Mercado Abierto Electrónico (MAE), una empresa que, supervisada por la Comisión Nacional de Valores (CNV), genera el ámbito electrónico para concretar las operaciones.

“El mercado del Siopel es ciego: ningún jugador sabe quiénes están detrás de cada postura hasta que se efectiviza una operación”, explicó una fuente que pidió reserva de identidad. “Recién cuando la operación se concreta, ambas partes se conocen, pero sólo ellas”, agregó. El resto de los bancos ven qué se operó, cuánto, a qué precio, a qué tiempo, pero no quiénes lo hicieron. Sin embargo, para el BCRA, el mercado del Siopel no es ciego: es el único jugador del mercado que sabe quiénes están detrás de cada una de las posturas que se ponen en pantalla.

Todos los agentes del mercado cambiario (brokers y dealers) se interconectan a través de un módulo específico del Siopel, el Forex-MAE, para operar. Mientras los “dealers” son agentes que compran y venden por cuenta propia o de terceros, los “brokers” sólo ejecutan órdenes de inversores a cambio de un margen (“spread”). Entre otros, forman parte del MAE los bancos privados de capital nacional, los extranjeros, los nacionales, los provinciales, los municipales, los cooperativos, las compañías financieras, las casas de cambio y los agentes.

Basco, un funcionario de larga trayectoria profesional en el Central, reporta al gerente general del BCRA, Benigno Vélez, del riñón de Boudou. Sin embargo, en los hechos, las instrucciones son dictadas directamente por la presidenta de la entidad, Mercedes Marcó del Pont, quien a su vez debe consultar a Cristina Kirchner. Tanto la operatoria como las decisiones del BCRA se coordinan con la Anses, que administra el FGS (con plazos fijos y bonos en dólares), y el Banco Nación, que tiene “encajados” dólares en el Central. “Así parece que hay varios jugadores ofreciendo, aunque la billetera es la misma”, ilustró otro operador.

Las estrategias básicas para intervenir

La estrategia del BCRA en cada rueda cambiaria es confidencial ya que trata de sorprender al mercado que, de otro modo, anticiparía su accionar y lo neutralizaría.

Según fuentes del mercado, al contado, el BCRA puede intervenir:

Agrediendo posturas: les vende a los compradores a los precios que coloquen en la pantalla. Puede “agredir a toda la fila” con el mejor precio comprador o avanzar sobre los siguientes precios colocados más abajo. Por ejemplo, si el mercado está en $ 4,205 para la compra y $ 4,206 para la venta, el BCRA puede intervenir para que baje “golpeando” a todos los compradores en $ 4,205 o, si quiere ser más contundente, “golpeando” también las posturas en $ 4,204 / 4,203 hasta alcanzar la cotización deseada.

Esperando: coloca una postura en un precio y vende a quien quiera en ese precio.

Agrediendo, esperando, desapareciendo: mezcla las dos estrategias anteriores para desorientar al mercado.

Mientras en tiempos de Martín Redrado el BCRA solía ser más agresivo, ahora predomina la estrategia de “esperar”, algo que los críticos de Marcó del Pont dicen que incentiva la compra ya que “el dólar nunca baja”.

Además de usar reservas para frenar corridas cambiarias, el BCRA opera a futuro, es decir, pone posturas agresivas de venta de dólares a diferentes plazos. En los contratos a futuro, cuando se cumple el plazo en cuestión, el Central debe compensar a su contraparte en pesos, por lo cual esos dólares son “virtuales”: no significan una pérdida de reservas.

De la redacción de Diario Perfil

19/9/2011

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