Se trata de un plan de reducción sistemática de subsidios que diseñan hombres de Julio de Vido. Contempla ajustes leves y controlados de sectores con más recursos y una tarifa social para los menos favorecidos.
Funcionarios del Ministerio de Planificación, a cargo de Julio de Vido, están en la última etapa de definiciones para cerrar un plan de reducción sistemática de subsidios a la energía eléctrica durante los próximos cuatro o cinco años.
Esa movida tiene contemplada subas paulatinas y tarifas controladas.
Vale recordar que los intentos del actual Gobierno por subir tarifas fueron frenado por diversos recursos ante la Justicia de asociaciones de usuarios, despertó críticas en la oposición y finalmente fue cancelado por la Presidenta.
Según adelanta esta mañana el diario El Cronista, la iniciativa apunta a reducir hasta un 70% la catarata de recursos que destina el sector público para mantener congelado el precio de la energía en la Capital y el Gran Buenos Aires, y en menor medida en las provincias. Sucede que esos fondos, que crecieron exponencialmente durante la gestión de Cristina, erosionaron los superávits primario y financiero.
Por caso, el precio máximo de la generación eléctrica tiene un tope de $ 120 el megawatt (Mw) desde 2004. En el sector aseguran que por lo menos debería ser de $ 400 para cubrir los costos. Algo similar pasa con la distribución y el transporte.
Para eso, el secretario de Energía, Daniel Cameron, ya habría mantenido reuniones con referentes de las distribuidoras Edenor y Edesur, son las encargadas de llevar con el servicio a los hogares y el último eslabón de una cadena que comienza con la generación y sigue con el transporte para definir con precisión quiénes recibirán la tarifa social.
Redacción FortunaWeb
2/9/2011
