Líderes todo terreno

Las claves para el manejo exitoso del personal, tanto indoor como outdoor. Cómo lograr equipos dinámicos y efectivos en cualquier ambiente y ante cualquier adversidad.

Redacción Fortuna

Por Carolina E. Lopasso *

Para lograr nuestros objetivos, el entrenamiento de coaching es fundamental para aprender a valorar las diferencias en el equipo y conocer sus necesidades, darles motivación, ejecutar metas con un plan de acción sustentable y favorecer la productividad sin que el medio nos condicione.

La idea de este entrenamiento es generar una importante ventaja competitiva, fortaleciendo las capacidades personales y organizacionales. Es así como el líder formará equipos con acciones a largo plazo y con estrategias poderosas y que, al mismo tiempo, brinden excelencia, eficacia y efectividad en su rol.

La tarea se inscribe en un marco teórico y práctico, con dinámicas, ejercicios y herramientas de coaching de equipos outdoor y herramientas de reflexión y transferencia de aprendizaje indoor. La clave es aprender nuevos patrones y desarrollar diferentes modelos de acción para estar a la altura de un buen líder, en cualquier circunstancia.

Este método, nuevo en América latina, es un diferencial para un líder en el mercado porque no solo consta con aprendizaje y supervisión constante, sino que también cuenta con un post entrenamiento en el proyecto de aplicación. A su vez, la exposición de los casos y las nuevas herramientas hacen que este tipo de capacitación sea determinante para el desarrollo personal y, por ende, del equipo que se lidera.

El entrenamiento del “líder todo terreno” incluye preguntas generativas, de reflexión y aprendizaje grupal, principios del coaching de equipos, procesos y componentes para la creación de intervenciones de coaching, tanto outdoor como indoor.

Todos los contenidos están orientados a obtener experiencia de primera mano, para luego destinarla y transferirla a sus propios proyectos. El objetivo es que la certificación sea para el líder una vía para aplicar lo aprendido a diversos grupos (etarios, sociales, empresariales, etc.), adaptándolo según las necesidades específicas y ofreciendo un traje a medida para sus equipos.

Por otra parte, potencia sus beneficios al retener a los empleados clave y evitar costos de reentrenamiento, ya que se trabaja con estrategias de reflexión y transferencia de aprendizaje específicas. Esto hace que se mantenga del conocimiento de la compañía, se detenga la merma en la productividad cuando el personal no está motivado, se asignen recursos en los lugares correctos y para las personas que realmente los necesitan. De este modo, el líder desarrolla el talento de sus colaboradores en pos del beneficio del equipo,  acrecentando las fortalezas.

Un líder tiene que ser capaz de generar un cambio en las relaciones y las estrategias, para acompañar de manera generativa, rápida y práctica la transformación y el desarrollo de los individuos, los equipos y las organizaciones. ¿Cómo lograrlo? La respuesta está en buscar una formación que promueva y apoye el despliegue de las capacidades humanas. De este modo, los pilares fundamentales serán la confianza mutua, la resolución de conflictos y la utilización cooperativa de recursos, elementos básicos de un “líder todo terreno”.

* Directora de Fundación Quantum

www.fundacionquantum.com.ar

 6-11-2011

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