Monjas cambian el convento por la junta de accionistas de Goldman

Son cuatro órdenes de monjas católicas de EE.UU, ahora accionistas de Goldman Sachs, que le piden al banco de inversión revisar los altísimos sueldos de sus banqueros. Galería de fotosGalería de fotos

Redacción Fortuna

Cuatro órdenes de monjas católicas en Estados Unidos descubrieron una inusual forma de servir a Dios y a los hombres: complicar la existencia a Goldman Sachs, el famoso banco de inversión.

Se trata de las Hermanas de San José, de Boston; las Hermanas de Nuestra Señora, de Namur; las Hermanas de San Francisco, de Filadelfia; y las Hermanas Benedictinas de Mt. Angel, todas ellas flamantes accionistas del banco.

EL DATO. Desde el surgimiento de la crisis económica, las grandes corporaciones han estado en el punto de mira de numerosos grupos de protesta. En Estados Unidos, el movimiento Occupy Wall Street también pone el foco sobre las malas prácticas de los gigantes financieros.

El objetivo que persiguen es que el comité de remuneración de la entidad vuelva a analizar la política salarial de la compañía, por considerarla injusta. En definitiva intentan disminuir las diferencias entre ricos y pobres. Además se opusieron a los salarios desmesurados que ofrece el banco.

Las discretas quejas de las hermanas se han convertido, esta vez, en una carta formal al banco donde piden una revisión salarial en toda regla. Goldman Sachs, por su parte, ha tenido que enviar una nota a la SEC (el regulador estadounidense) explicando la propuesta de sus accionistas y ya adelantó que seguirá haciendo lo mismo que hasta ahora: el banco dice que analizar de nuevo la política de remuneración del banco supondría un costo excesivo en términos de tiempo y dinero que no considera oportuno realizar.

La hermana Nora Nash lidera la movida contra los empresarios de grandes corporaciones. En declaraciones al New York Times, advierte: “No estamos aquí para hundir a las empresas, sino para aumentar su sentido de la responsabilidad”. Y añade: “No podemos excluir a gente como Lloyd Blankfein de nuestras oraciones, pero nos gusta obligarles a conocer todo el espectro de realidades”.

La reacción de empresarios y corporaciones

Según The New York Times las reacciones de ejectuvos han sido de las más variadas. Jack Welch, el antiguo director general de General Electric, quedó tan impresionado por la campaña de las hermanas contra la participación de su empresa en el desarrollo de armas nucleares que fue a visitar su convento en helicóptero.

McDonald’s tampoco se libró de las acusaciones de las monjas contra la obesidad infantil. A pesar de la dureza de las batallas, presumen de haberse anotado pequeños éxitos, como la campaña que consiguió que Wal-Mart retirara la venta de videojuegos para adultos.

Redacción Fortunaweb

15/11/2011

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