Remes Lenicov: "Fuga e inflación fueron descuidos de los K"

Jorge Remes Lenicov, ex ministro de Economía en la presidencia Duhalde y autor de la pesificación asimétrica, se atribuye la autoría de las “medidas fuertes” que hacen al actual modelo económico. Su análisis a diez años del "corralón"

Redacción Fortuna

Por Carmen López Imizcoz *

El lunes 9 de enero se cumplen diez años del “corralón”, es decir, de la reglamentación del decreto 71 de 2002 que reprogramó los depósitos bancarios.

Recién alejado de su cargo como embajador ante la Unión Europea, Jorge Remes Lenicov, ministro de Economía entre el 3 de enero y el 27 de abril de 2002, dialogó telefónicamente con el diario PERFIL desde Ginebra, Suiza, donde está de vacaciones.

—¿Cómo vivió su gestión?

—Fue un esfuerzo personal terrible. El país estaba en llamas y no había fuerzas políticas ordenadoras. En una crisis, todos pretenden salvarse y hay que repartir pérdidas de la forma más equitativa posible y ordenar la economía.

—¿Siempre las crisis las pagan los pobres?

—Los estudios  de los economistas Carmen Reinhart and Kenneth Rogoff concluyeron que las crisis son pagadas por los que viven de una renta fija y los que pierden su empleo. Se sale más rápido de la crisis económica que de la social. Tomamos medidas para atemperar el costo de la crisis, como las retenciones, el congelamiento de tarifas, los programas sociales y la quita de la deuda pública interna. En 2001, se decía que el problema era fiscal, por lo que había que reducir el déficit público. Otros afirmaban que era un problema de rigidez del mercado laboral y que había que flexibilizarlo. Algunos decían que era un problema coyuntural, del mundo, que no venían capitales, por eso el blindaje. En el fondo, el problema era la pérdida de competitividad. Nosotros formalizamos la salida. Pero también, para evitar que eso desembocara en hiperinflación, fuimos muy prudentes: buscamos el equilibrio fiscal y el monetario, congelando la oferta de dinero y no indexando ninguna variable económica. Congelamos las tarifas, hablamos con la CGT para no aumentar salarios y pusimos retenciones. Todo eso hizo que el traslado a precios fuera muy bajo. Con la devaluación, la pesificación y la renegociación de la deuda se crearon las condiciones para cambiar los precios relativos y los incentivos.

—Si la Argentina empezó a crecer en 2002, el modelo K ¿es kirchnerista-duhaldista?

—Las medidas fuertes y desgastantes –la devaluación, la pesificación, la búsqueda del equilibrio fiscal y la política cambiaria– se implementaron en  los dos primeros meses de 2002. Cuando yo me fui, se continuó con esa política. Luego, Néstor Kirchner siguió con esa política y agregó la renegociación de la deuda externa y los aumentos salariales para ir recuperando lo perdido. Después, con los años, si bien se mantuvieron cuestiones importantes, como el equilibrio fiscal, el de cuenta corriente y el tipo de cambio, otras se descuidaron.

—¿Cuáles?

—Una es la inflación. Nosotros hicimos todo lo posible para ir a la estabilidad de precios. No indexamos ninguna variable y mantuvimos una política monetaria restrictiva y el equilibrio fiscal. Otro tema es la fuga de capitales. No vienen suficientes inversiones que traigan tecnología y permitan la expansión de las pymes, como en Brasil, Perú o Chile. Las pymes crecen cuando hay empresas grandes que demandan sus productos. Por algún ruido, los capitales productivos van a otros países.

—¿Este es un momento de sintonía fina?

—Sí, si el Estado tiene información. En 1975, entré al Instituto de Investigaciones Económicas del Ministerio de Economía, un cuerpo de 400 economistas que estudiaban los sectores económicos. Eso nunca se recreó.

* De la redacción del diario Perfil

8-1-2012