Cómo piensan y qué quieren los chinos

El socio que busca el Gobierno para YPF. Una radiografía de CNPC, Sinopec y CNOOC, los gigantes del petróleo. El guanxi, corazón de la filosofía de negocios de China. Los intermediarios argentinos.

Redacción Fortuna

"Nimen xihuan YPF ma?". Con esta simple expresión en mandarín (“¿Les gusta YPF?”), aquí citada por su registro fonético y sin indicaciones de tonos, el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, o el funcionario estrella del Gobierno, Axel Kicillof, podrían romper más rápido el hielo en su búsqueda de un socio de la República Popular China para la intervenida petrolera.

Tras la salida de Repsol se necesita con urgencia un partner de peso para financiar inversiones, pero no es lo mismo seducir a Exxon, Chevron o Total, que sentarse a convencer a empresarios llegados de Oriente.

Después de la expropiación del 51% del capital, el Gobierno se encargó de mostrar que está dispuesto a negociar con grandes multinacionales hidrocarburíferas. Y de fuentes oficiales dejaron trascender que se busca tentar a las petroleras estatales chinas (Cnpc, Sinopec y Cnooc) para que desembolsen unos us$ 10 mil millones en exploración y producción de petróleo y gas en la Argentina.

El periódico inglés Financial Times habló incluso de “la conexión china” detrás del proyecto oficial al tiempo que un portal de noticias chino, Caixin.com, daba a conocer que Sinopec había estado en tratativas con el holding español por la compra de su porción accionaria en YPF antes de que Cristina Fernández de Kirchner anunciara la vuelta al logo de la escarapela.

Pero a esta altura, entre la Casa Rosada y los posibles inversores chinos hay primero que nada una importante diferencia de tiempo. De Vido, Kicillof y compañía procuran exhibir acuerdos por dólares frescos para dejar atrás la irrupción en el edificio de Puerto Madero y ratificar que el rumbo “es el modelo Petrobras”, como soltó la Presidenta el 17 de abril.

Pero en China, un país con 5 mil años de historia, las decisiones se meditan a largo plazo, con una visión estratégica y, lo que es fundamental, sobre la base de la confianza.

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3-4-2012