El peligro de la fuga hacia adelante del Gobierno

Por Rodolfo Terragno *

Redacción Fortuna

El Gobierno, arrepentido de los subsidios que impuso siete años atrás, ha empezado a desmontarlos. No podía hacer otra cosa. El total de estos subsidios, que llegó a 14 millones de pesos por hora, le resultaba insostenible. Removerlos tendrá costo político; aunque no se lo quiera, eso afectará a todos y empujará hacia arriba la inflación. Pero peor sería mantener egresos que amenazaban con incendiar el fisco. La eliminación paulatina de subsidios, sin embargo no es el fin de la historia. El ajuste será inevitable en diversas áreas del sector público.

A la vez, las restricciones a la importación que implementa el secretario Moreno, así como el intento de frenar bruscamente la fuga de divisas, son respuestas ( inadecuadas) a una situación que hasta no hace mucho se intentaba negar.

El peso sobrevaluado afecta la competitividad del país, lo cual no se siente demasiado en el sector exportador pero el abaratamiento de los bienes importados amenaza con inundar el mercado interno, provocando quiebras y desempleo. Frente a eso, el Gobierno, que reconoce el peligro, trata de amurallar este mercado con paredones pararancelarios. Esto hace que las empresas tengan la certeza, y el público la intuición, de que la paridad no es duradera.

El Banco Central ha intentado un crawling peg indirecto, ajustando el dólar mediante compraventa de restrdivisas. No evitó, de esa manera, que el tipo de cambio se retrasara, a punto de que las empresas giran preventivamente dólares al exterior o dolarizan sus carteras, mientras que los ciudadanos de a pie tratan de preservar sus ahorros trasformando pesos en “verdes”. Los esfuerzos del Banco Central para evitar el desmadre del tipo de cambio provocan una caída de las divisas. Es ése el origen de las restricciones a las remesas o compra de divisas y ha derivado en medidas tan opinables como la utilización de la Gendarmería y la Prefectura para prevenir, en distintos casos, la compra de dólares.

¿A cuánto llegará el aumento de tarifas como consecuencia de la limitación de subsidios?

¿Hasta cuándo podrá compensarse el retraso cambiario con barreras de la importación?

Las condiciones objetivas parecen reducir las opciones y, si bien eso aclarará las mentes de muchos funcionarios, le impondrá al Gobierno la toma de medidas impopulares. El peligro consiste en que, enfrentado al costo político, el Gobierno huya para adelante Resoluciones como la nacionalización de comercio exterior y el establecimiento del control de cambios harían que el país retrocediera una enorme cantidad de casilleros. Volveríamos a un sistema perimido que no ha dado resultados positivos, ni en la Argentina ni en ninguna parte.

* Escritor y político, extraído de Bases para el Largo Plazo, de la Fundación Norte y Sur.

20-7-2012