Gobierno no pagará $ 1 al expropiar la ex Ciccone

El ministro Lorenzino dijo que el Estado se quedará con la imprenta por las deudas que tiene la empresa con la AFIP.

Redacción Fortuna

El ministro de Economía, Hernán Lorenzino, salió a defender el proyecto de expropiación de la Compañía de Valores Sudamericana (ex Ciccone) y aseguró que el Estado "no pondrá un peso" para quedarse con la empresa. Lo dijo el miércoles en una conferencia junto a la titular de la Casa de Moneda, Katya Daura.

Lorenzino explicó así la iniciativa enviada al Congreso para expropiar la empresa gráfica que, de aprobarse el proyecto, contribuirá a la impresión de billetes. "El Estado terminará no poniendo un peso para concretar esta expropiación", aseguró el jefe del Palacio de Hacienda, y precisó que "el proyecto de ley prevé que el Estado cobre sus acreencias de las deudas que la empresa mantenía con la organización tributaria", en referencia a la AFIP.

El ministro y flamante interventor de la empresa sostuvo que la expropiación es el "primer paso" para "revertir un plan sistemático para desguazar la Casa de Moneda" y afirmó que el objetivo es "reforzar y mejorar las capacidades" de ese órgano estatal. El titular de la cartera económica señaló que el pase de la ex Ciccone a la órbita estatal "no se limita a asegurar la provisión de papel moneda" local, sino que buscarán también "exportar a otros países".

Disputas

Más allá de las declaraciones del ministro. En la puja por el poder de la Casa de la Moneda imperan dos visiones dentro del Gobierno.

Una es la expuesta por el ministro Hernán Lorenzino, cuando defendió el proyecto de expropiación de la ex Ciccone. La otra es la visión del secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, un peronista que estuvo cerca del control de la Casa de Moneda durante la presidencia de Eduardo Duhalde. Con Pezoa en Hacienda, un colaborador suyo, Ariel Rebello, asumió en la Casa de Moneda, mientras que tomaba forma un plan de inversiones por cerca de $ 500 millones, que incluía la compra de nuevas máquinas impresoras para potenciar su capacidad de producción.

Según adelanta esta mañana el diario La Nación, ese plan para el "equipamiento línea de billetes de banco" daba vueltas por la Casa de Moneda desde hacía años. Su directorio analizó dos opciones: inclinarse por la "reposición" o "reemplazo" de sus máquinas y el de "ampliación y mejoramiento", que terminó por prevalecer.

"Se evaluó al Banco Nación y al Banco Interamericano de Desarrollo como financistas del proyecto, pero pedían como garantías un aval del Tesoro y un colateral del Banco Central en Basilea", rememoró uno de los informantes, que apuntó a Boudou como un inesperado escollo puertas adentro del Palacio de Hacienda, lo que confirmaron otros dos funcionarios de Economía a ese diario. "La gente de Boudou lo atacaba a Pezoa para derribarlo, pero es un tipo con peso propio y tenía llegada directa a Kirchner", relató uno de ellos a ese diario.

9-8-2012