Brasil: Piden remover una cita religiosa de los "reales"

Un fiscal paulista pidió a la Corte que se remueva el "Alabado sea Dios" de los billetes brasileños. Galería de fotosGalería de fotos

Redacción Fortuna

La Fiscalía Regional de Derechos de los Ciudadanos (CRP) en Sao Paulo solicitó a la Corte Federal la eliminación de la frase "Alabado sea Dios" (Deus seja louvado, en portugués) de los billetes del real brasileño. La medida no generará ningún gasto en las arcas públicas, ya que en forma preliminar, comenzaría a regir dentro de 120 días para los billetes que se emitan en el futuro.

Uno de los principales argumentos utilizados  es que el gobierno brasileño es laico y por lo tanto debe estar completamente desconectado de cualquier manifestación religiosa. Además, va en contra de los principios de igualdad y la no exclusión de las minorías, por lo cual la frase "Alabado sea Dios" favorece a una religión sobre otra.

Según el Banco Central de Brasil, el fundamento legal para la existencia de la expresión es que en el preámbulo de la Constitución de 1988 establece que "promulgamos bajo la protección de Dios".

En una nota técnica, el Ministerio de Hacienda informó que la inclusión de la expresión religiosa data de 1986, por decisión del entonces presidente José Sarney. Más tarde, en 1994, con el Plan Real, la sentencia fue confirmada por el entonces ministro Fernando Henrique Cardoso, supuestamente por ser "tradición los billetes de Brasil", a pesar de haber sido introducido  unos años atrás.

El fiscal regional de Derechos de los Ciudadanos, Jefferson Aparecido Dias recordó que no hay ninguna ley que autorice la inclusión de la expresión religiosa en billetes brasileños. "No se puede admitir que la inclusión de una declaración en billetes brasileños se realice a través de acto discrecional del presidente o del ministro de hacienda", dijo.

"El hecho de que la mayoría sea cristiana "no justifica la continuación de violaciónes de los derechos fundamentales de los brasileños no creyentes en Dios."

El fiscal, además, señaló que muchas de las oficinas públicas tienen crucifijos a la vista del público local. "Cuando el Estado usa un símbolo religioso o adopta una expresión verbal en su moneda, declara su preferencia por la religión o símbolo que representa la frase, lo que resulta en una discriminación contra otras religiones profesadas en Brasil", concluyó.

12-11-12

Fuente: Terra.

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