Para frenar el alza de precios, la mandataria brasileña Dilma Rousseff anunció una serie de medidas. En qué consisten.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció una política de desgravación con miras a garantizar el crecimiento de la economía nacional.
Mientras en la Argentina, el gobierno nacional congela el alza de precios, Brasil elimina todos los impuestos federales sobre los alimentos básicos, ampliando una serie de exenciones tributarias que apuntan a contener la inflación.
A través de un programa radial, Rousseff aclaró que los impuestos federales ya habían sido eliminados para el arroz y los frijoles (la comida básica de los trabajadores del país) pero que la medida se extendería otros alimentos. “Serán especialmente los de la canasta básica”, aclaró esa mandataria.
La lista del gobierno brasileño abarca 13 alimentos en la canasta de productos considerados esenciales para que una familia brasileña viva un mes. La misma no ha sido modificada por años. Además del arroz y los frijoles, la canasta incluye pan, manteca, carne, leche, café, azúcar, aceite, papas, tomates, plátano y harina de mandioca.
EL DATO. Los economistas dicen que la inflación se está acelerando, luego de cerrar 2012 en un 5,8%.
Sobre la política de desgravación que se aplica ya a diversos sectores -como los automóviles y la línea blanca- el ministro de Hacienda Guido Mantega dijo en un foro empresarial celebrado en San Pablo que la intención del gobierno es mantenerla e incluso profundizarla.
Rousseff agregó que aún no había podido convencer a los gobiernos estatales de unirse a la medida y de abandonar sus propios impuestos locales adicionales sobre los alimentos básicos, pero lo hará en los próximos días.
6-2-2013
