Se secuestraron más de dos millones de atados. Un porcentaje es de la marca Rodeo, de Horacio Cartes.
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La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) destruyó millones de atados de cigarrillos "truchos", de contrabando y adulterados, secuestrados en operativos en varias provincias. Entre las marcas incautadas figura Rodeo, perteneciente a la empresa del flamante presidente de Paraguay, Horacio Cartes.
El organismo descartó 2.375.579 atados de cigarrillos adulterados y 2.082 unidades de cigarros de hoja, valuados en más de 20 millones de pesos. La mercadería terminó en los vaciaderos de desechos orgánicos habilitados por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, en la planta de tratamiento de residuos de Maipú, provincia de Mendoza.
Más de la mitad de los cigarrillos (1.362.024, es decir, el 57%) fueron incautados en la aduana de Posadas, Misiones, en la frontera con Paraguay. Otros 348.000 entraron por Resistencia, Chaco y 241.730 por Mendoza. Se capturaron 30.750 en Córdoba, 6.160 en Rosario y 720 en Salta. Los restantes se hallaron en diversos puntos de la Ciudad de Buenos Aires y la provincia, como La Plata, Bahía Blanca, y Ezeiza.
Marlboro, Phillips Morris, Lucky Strike, Nevada y Rodeo son algunas de las marcas que fueron incautadas, informó la AFIP en un comunicado, sin especificar qué porcentaje correspondía a cada una.
Rodeo es un producto de Tabacaleras del Este Sociedad Anónima (Tabesa), la tabacalera más importante de Paraguay y propiedad del Grupo Cartes, es decir, del presidente.
En 2012, el 45% de los cigarrillos "truchos" secuestrados eran de la marca Rodeo, según AFIP. Paraguay fabrica 68.000 millones cigarrillos por año, de los cuales sólo 3.000 millones se consumen en el país; buena parte del resto es volcado a países vecinos en forma de contrabando, según denuncia su competidora, la argentina Nobleza Piccardo.
Horacio Cartes se reunió con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner el 10 de septiembre pasado, en el primer viaje internacional del flamante mandatario, en un intento por reparar las relaciones bilaterales tras el golpe de Estado institucional contra el anterior presidente paraguayo, Fernando Lugo.
