Es después de un acuerdo con un banco estatal. Mundial de fútbol, modernidad y cepo cambiario.
En Brasil la modernidad ha llegado incluso a los sectores más básicos del comercio. En las playas ya es habitual que los vendedores ambulantes ofrezcan la posibilidad del pago con tarjeta. De este modo, el eventual turista puede adquirir una manta hecha a mano, artesanías en madera o ropa de playa y abonar con plástico mediante el sistema POS (Point of Sale) inalámbrico.
Ante la expansión del servicio, las prostitutas no serán la excepción. La Asociación de Prostitutas de Minas Gerais (Aprosmig) llegó a un acuerdo con el banco Caixa Economica Federal que permitirá que puedan cobrar sus servicios con tarjeta y, por ende, a cotización oficial.
Con la implementación del sistema las meretrices podrán salir de la informalidad y acceder al derecho jubilatorio, entre otros beneficios laborales. No se descarta que el sistema se extienda al resto del vecino país, como ya sucedió con los vendedores ambulantes.
Estas medidas se suman a las clases de inglés que brinda Aprosmig para que las protitutas puedan atender a los clientes extranjeros, experiencia que se inició con la Copa Confederaciones del pasado año y que se extenderá con la proximidad de la Copa del Mundo en 2014.
