Fue en la apertura del seminario del G-20. También hablaron Herán Lorenzino y Héctor Timerman.
En el Palacio San Martín se llevó a cabo la primera jornada del seminario del G-20 sobre "consistencia entre las políticas macroeconómicas y laborales". En su apertura, el canciller Héctor Timerman estuvo acompañado por Hernán Lorenzino, Mercedes Marcó del Pont, Carlos Tomada y la ministra de Trabajo y Protección Social de la Federación Rusa, Máxim Topilin.
El canciller argentino afirmó que "la creación de trabajo decente debe ser el norte del trabajo del G-20", y describió al empleo digno como aquel "libremente elegido; con igualdad de oportunidades; salarios justos, condiciones laborales seguras, y con seguridad social".
El ministro de Economía, Hernán Lorenzino, en cambio, afirmó que el eje del G-20 debe estar en la distribución del ingreso y la lucha contra la pobreza y que la "protección del trabajador, debe ser tomado como ingrediente esencial de cualquier estrategia de crecimiento".
Por su parte, Mercedes Marcó del Pont, afirmó que existe una "dicotomía en los países centrales entre el énfasis que han puesto en la problemática del empleo y los hechos concretos". La titular del Banco Central sostuvo que Argentina dio vuelta la lógica de las políticas convencionales para aplicar otras "en las que se crece a partir del mercado interno y del empleo", para luego afirmar que el ajuste profundiza las condiciones de la crisis.
Marcó del Pont aseguró que es necesario que las autoridades monetarias dejen de pensarse sólo desde la política monetaria y se las incorpore en mantenimiento del empleo, del crecimiento y de la inclusión. "Contamos con más instrumentos de política económica para recomponer el canal del crédito. Tenemos que pensar cómo se hace para que esos recursos que se están generando desde los Bancos Centrales se destinen a la economía productiva", planteó.
18-11-2013
