Es la desaceleración, estúpido: cede la inflación por el freno en la actividad

Los sectores con caída en la producción remarcaron menos. La encrucijada de reactivar sin calentar más las góndolas.

Redacción Fortuna

Fue más el ajuste que el control ciudadano. El estancamiento de la actividad económica –que ronda 0,5% en el primer trimestre según las mediciones privadas– y una caída del consumo del 2% explicó buena parte de la caída de precios por menores ventas que el Gobierno atribuyó al programa Precios Cuidados y a las gestiones para retrotraer las remarcaciones posdevaluación.

La caída de la actividad en la construcción del 2,2%, por ejemplo, vino acompañada con una desaceleración de una inflación del 4% en febrero al 1,6% en marzo, según las mediciones de costo de la construcción del Indec. Y esa relación se replicó en otros sectores como transporte y vivienda.

Ahora el Gobierno se debate entre mantener la política de control de la inflación con más ortodoxia (restricción monetaria y tasas altas) o aflojar para recuperar consumo y producción en un contexto donde la amenaza de conflictos laborales es creciente.

“La desaceleración de la inflación se empieza a sentir de la mano de Precios Cuidados y de la revisión de precios que habían aumentado con el movimiento cambiario de enero”, celebró el ministro de Economía, Axel Kicillof, en el anuncio del IPC Nacional Urbano de marzo, que arrojó un 2,6% de aumento, por debajo del 3,4% de febrero y el 3,7% de enero. Pese a la desaceleración, la inflación oficial –tras el lavado de cara– acumula 10,1% en el trimestre y se proyecta por arriba del 30% anual. Ya se comió, por ejemplo, el ajuste para las jubilaciones.

El menor ritmo de las subas “no está asociado a la caída del nivel de actividad en el país”, aseguró Kicillof, que puso como ejemplo la suba de 5,3% de los precios en el sector indumentaria, un sector donde acompañó a la producción –creció 4,8% interanual en marzo según Ferreres– con la llegada de la colección de la nueva temporada y la indumentaria para el ciclo escolar.

Ante la consulta de PERFIL, la directora del Indec, Ana María Edwin, aseguró que no se había estimado la incidencia de los productos bajo acuerdo sobre la canasta que mide el organismo y cuya composición no se conoce. Además, tampoco dio precisiones sobre cuándo se conocerán los datos de canasta alimentaria básica y total que miden los límites de la pobreza y de la indigencia. “El nuevo índice se armó antes de que existiera Precios Cuidados. No está armada sobre esos productos, aunque algunos pueden coincidir”, aseguró.

Según la consultora Elypsis, “la sobrerrepresentación de Precios Cuidados en la canasta relevada podría generar una diferencia entre 0,5% y 1 por ciento”, y así explicar las diferencias de la medición oficial con consultoras privadas.

Desde el lado del consumo, en la última reunión entre la Cámara de Comercio que dirige Carlos de la Vega y el titular del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, los empresarios le manifestaron su preocupación por el encarecimiento de los créditos y el financiamiento y el titular de la Autoridad Monetaria tomó nota. Por ahora, los cañones apuntan al pan y circo del Mundial de Fútbol para salvar el año.

Hasta la última revisión de un punto de la tasa de interés, las medidas adoptadas por el Gobierno marcaron que “la política de expansión de la demanda agregada, vía consumo y gasto público, y el resultante nivel de inflación aceptable para el Gobierno llegó a su tope. Sin embargo, el escenario macroeconómico actual quedó configurado claramente como de “estanflación”, y por lo tanto la decisión de frenar la expansión de demanda agregada traerá aparejadas consecuencias negativas sobre el empleo”, según sostiene el último informe de la Fundación Observatorio Pyme, vinculada a la Unión Industrial Argentina.

“Se ha retraído un poco el consumo, en calzado, indumentaria, muebles. No tanto en alimentación, que es lo que menos se resiente”, explicó Fernando Sibilla, director ejecutivo de la Unión Industrial de Córdoba. “Las altas tasas están vinculadas al financiamiento del capital de trabajo y para consumo también. Pero el cuadro es muy heterogéneo. Dentro de un mismo sector hay empresas con buena actividad y otras que no”.

La perspectiva para economistas y empresarios para el año es de un crecimiento mínimo o nulo, e incluso una retracción leve. Para mitigarlo, vuelve el debate sobre reanimar el consumo. El riesgo es cómo reaccionarán los precios.

Publicado en la edición 880 de Diario PERFIL