Usa más de 700 dispositivos para “medir” su vida diaria

Fanático de la tecnología, logró bajar 50 kilos monitoreando su salud con herramientas electrónicas conectadas a internet. | Por Miguel Distéfano

Redacción Fortuna

Si se miran sus fotos hasta hace un par de años, Chris Dancy parecía un típico estadounidense geek promedio: rubio, bastante excedido de peso, muy inteligente. Pero un día decidió sacar provecho de la mucha tecnología que utilizaba todos los días, para usarla en él mismo y cambiar su vida.

Actualmente, tiene un aire a Michael C. Hall, el protagonista de la serie Dexter. “Me lo están diciendo bastante, especialmente desde que bajé los últimos 5 kilos”, reconoce, en una entrevista exclusiva que le hizo PERFIL al gurú tecnológico que se autodenomina “el hombre más conectado del mundo”.

Dancy vive con la tecnología en el cuerpo, literalmente. Como para tener una idea: utiliza un ejército de 700 dispositivos, sensores, aplicaciones y servicios online para monitorear la mayor parte de su vida diaria, de donde extrae estadísticas y las analiza. Gracias a distintas aplicaciones comenzó a controlar las calorías que ingería, a cambiar de hábitos de vida, y logró bajar unos 50 kilos en poco más de un año. Este “cartógrafo de datos freelance”, como también se presenta, está más conectado que nunca.

Monitoreo digital. Entre su arsenal utiliza los Google Glasses tres horas por día, tres teléfonos móviles, muñequeras de control de peso, una cámara a la altura del pecho que saca fotos cada pocos segundos, monitores corporales que le miden la presión arterial, otro que controla los latidos del corazón, un smartwatch, y en su casa tiene sensores por todos lados, con una aplicación que le permite controlar las luces a través del smartphone, otra para controlar la actividad de sus perros y se va a dormir con su Beddit Mattress Cover, un sistema que se pone sobre el colchón y analiza la forma en que duerme.

Dancy lleva al extremo el concepto de “werable tech” o tecnología vestible, una de las principales tendencias del mundo digital global.

Una vida tan meticulosamente monitoreada podría volverse abrumadora para cualquiera, excepto, claro, para alguien tan fanatizado con la tecnología. Ante la consulta de si él recomendaría, por ejemplo, a un padre usar un dispositivo similar a Google Glasses a la hora de jugar al fútbol o al básquet con su hijo, responde seriamente que “no, porque no sería práctico para eso. Sí habría que analizar, en cambio, que pasa con su ritmo cardíaco, la forma en que patea o lanza su hijo e incluso su risa. Un sistema como los Glasses o similares puede mejorar la forma en que se desempeña al practicar, por ejemplo”, dice.

A pesar de eso, reconoce que no cualquiera está preparado para procesar tanta información sobre su propia vida: “No hay sistemas para ayudar a la gente a procesar la cantidad de datos que generan ellos mismos. Por ejemplo, Facebook tomó en 2013 toda la información de cada persona y la devolvió en un video de 60 segundos. ¿Sólo 60 segundos obtenidos de años de subir una gran cantidad de textos, fotos y videos?”, dice indignado, y sostiene que “mucha gente no está lista para experimentar el día a día de saber quiénes son realmente.

Dancy pasó de estar varios años en distintas empresas tech, a convertirse en asesor externo, para enseñarles a esas y otras compañías cómo analizar la gran cantidad de datos que reciben: “Siento que el futuro es el de una vida asistida por los datos. Quiero continuar trabajando con compañías para que puedan sacar provecho de la información que obtienen de sus clientes”, dice. Durante este año recorrió varios países destacando la importancia del análisis de la información y la vida asistida por la tecnología. “Mi trabajo será más valorado a medida que la tecnología se mete más en la vida cotidiana de las personas”, dice.

Publicado en la edición 882 de Diario PERFIL

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