El acuerdo del Gobierno con el Club de París, bajo la lupa de los especialistas

Más allá de la euforia oficial, en qué beneficia al país a corto plazo. Qué puede pasar con las inversiones.

Redacción Fortuna

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El Gobierno celebró con euforia el acuerdo alcanzado para pagar la deuda con el Club de París por US$ 9.700 millones. Sin embargo, algunos analistas advierten que este paso -clave para volver a los mercados de capitales internacionales- no ayudará a aliviar la difícil coyuntura económica del país.

La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner utilizó su cuenta de Twitter para destacar que "es un día muy importante". Cristina afirmó que "todas las obligaciones financieras de la República Argentina, desde el 25 de mayo del año 2003, se han venido pagando religiosamente" y que "el financiamiento que obtendremos para nuestro país no será como ya ha ocurrido en otras décadas, para el gran casino financiero".

Antes, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, recalcó que la negociación "ha sido ardua, difícil, y sin condiciones del Fondo Monetario Internacional" (FMI). Para el ministro de Economía, Axel Kicillof, el acuerdo -que contempla un pago inicial de US$ 650 millones en julio- significó el cierre "de un capítulo más de la triste historia del sobreendeudamiento que condujo, inevitablemente, al default".

Por otro lado, algunos expertos se muestran excépticos, no del pago, sino de los beneficios crediticios para el país. Para Juan Pablo Ronderos, gerente de Desarrollo de Negocios de la consultora Abeceb.com, el pacto "es positivo, era un paso necesario que había que dar, pero llega muy tarde" para la economía local. Ronderos dijo a la Agence France-Presse (AFP) que hay pocas posibilidades de que la administración Kirchner se beneficie antes de las presidenciales de octubre de 2015 de los frutos que pueda traer el acuerdo: "Por lo menos en lo que queda de esta administración no va a haber un efecto muy fuerte en términos de llegada de inversiones porque básicamente siguen vigentes las condiciones de incertidumbre para las empresas que busquen venir a Argentina".

Gabriel Torres, Analista Senior de la calificadora Moody's, también declaró a la agencia francesa: "Es un paso positivo pero, para que entre más inversión, tienen que haber cambios en otras áreas no solamente en esta". Por ahora el acuerdo no tendrá impacto en la calificación de la agencia, dijo Torres. Moody's ubica la deuda soberana argentina en el escalón "Caa1", para países con riesgo de incumplimiento de sus obligaciones en moneda extranjera.

El hecho de que el gobierno haya sellado la indemnización por la controvertida nacionalización de la petrolera española YPF en 2012, suma puntos positivos "si Argentina quiere avanzar hacia el acceso a mercados de crédito", apuntó Torres. "Pero es insuficiente para resolver sus problemas de acceso a los mercados internacionales" y para atraer la inversión extranjera, resumió.

Para el analista Daniel Kerner, de la consultora Euroasia Group, el acuerdo representa “una gran victoria para el gobierno y especialmente del ministro de Economía Kicillof", ya que "la decisión confirma el fuerte compromiso del gobierno de estrechar lazos con los inversores extranjeros (...) para estabilizar la economía y especialmente evitar ajustes domésticos más serios”.

“El gobierno mira a los inversores como una nueva fuente de financiamiento que puede ayudar a frenar el declive de las reservas del Banco Central, estabilizar el mercado cambiario y proveer recursos en un contexto en el cual el gobierno está seriamente preocupado por la contracción de la economía y el alza de los precios”, agregó el experto en declaraciones a la agencia Associated Press.