Bancos extranjeros comprarían la deuda en manos de los fondos buitre

JP Morgan, Citi y HSBC entre los interesados. De este modo evitarían demandas y sacarían provecho de un alza en las cotizaciones de los bonos al solucionarse el conflicto. Silencio oficial.

Redacción Fortuna

JPMorgan-Chase

Bancos internacionales y acreedores de deuda impaga argentina podrían llegar a un acuerdo tan pronto como la próxima semana, aunque hasta ahora las partes no han podido pactar el precio de los papeles en cesación de pagos.

Según consigna la agencia Reuters, las negociaciones para resolver el segundo default de Argentina en 12 años se estancaron varias veces la semana pasada, pese a que se estuvo cerca de un trato.

Bancos argentinos, incluyendo al Banco Macro de Jorge Brito, habían estado muy involucrados en las negociaciones de la semana pasada para comprar la deuda de los llamados acreedores holdouts, valorada nominalmente en 1.330 millones de dólares más intereses. A raíz de dichas negociaciones, tanto Cristina Fernández de Kirchner como Axel Kicillof cargaron duramente contra los banqueros nacionales.

A raíz de ello, se cree que los bancos argentinos se encuentran ahora en la retaguardia de las conversaciones y que los bancos internacionales estarían detrás de cualquier acuerdo que pueda tener éxito. Las fuentes mencionaron al JP Morgan, el Citi y el HSBC.

Un acuerdo entre los holdouts y los bancos privados es considerado como una vía alternativa a la llamada cláusula RUFO de los bonos que reestructuró Argentina, que ha sido un obstáculo para un arreglo directo con los litigantes.

La cláusula exige al país ofrecer los mismos términos a los holdouts que los otorgados a los acreedores reestructurados.

Las expectativas son que cualquier banco que compre deuda incumplida a los holdouts se beneficiará de un alza en los mercados secundarios una vez que la cláusula RUFO se extinga a fines de año.