Las provincias dependen cada vez más de la Casa Rosada

Las deudas ascienden a $65.000 millones. En algunos distritos, más del 75% de los fondos vienen de la Nación

Redacción Fortuna

Por Ezequiel Spillman (*)

Si una de las características de los últimos años en la Argentina ha sido la dependencia de un grupo de provincias de los aportes que pueda realizar el gobierno nacional, el escenario post default muestra un mayor nivel de dependencia e, incluso, la chance que tendrá la Presidenta, Cristina Kirchner, de mantener con rienda corta a los gobernadores.

Las deudas de las provincias, que rondan los $ 65 mil millones, son un tema clave para los gobernadores kirchneristas que aspiran a llegar como presidenciables a las primarias del FpV. Por ejemplo, Daniel Scioli (Buenos Aires), Sergio Urribarri (Entre Ríos) o Juan Manuel Urtubey (Salta). También en el caso de aquellos que aspiran a retener sus provincias sin grandes protestas sociales.

Desde la consultora Economía y Regiones, el economista Mario Sotuyo apuntó que “el default afecta a las provincias”, ya que será muy difícil acceder a créditos en el exterior o, en el caso de hacerlo, podrían ser montos pequeños y a tasas de interés muy altas. Por eso van a tener que financiarse con el gobierno nacional o ajustar el gasto”, describe el economista. Y agrega que las más complicadas son Buenos Aires y las del Norte. “Las provincias del NEA y el NOA son muy dependientes en este sentido porque no tienen ni regalías ni recaudación propia”, acota. Para Sotuyo, el déficit provincial de este año ascenderá a $ 15 mil millones.

Según el Informe Económico 275, del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), para el segundo semestre las provincias tenían previsto salir al mercado para conseguir alrededor de $ 30 mil millones, antes del fallo por los fondos buitre. Tal es el caso de Mendoza (buscaba 200 millones de dólares), de Buenos Aires (entre 800 y 1.000 millones de dólares) o de la Ciudad (890 millones de dólares). El mayor temor de los gobernadores es llegar a la campaña electoral jaqueados por la economía local y con deudas con la Nación.

Según un informe que manejan en el equipo económico del PRO, la incidencia de la coparticipación federal (los fondos que envía Nación) en los ingresos de las provincias del Norte es clave. En Formosa (gobernada por el kirchnerista Gildo Insfrán), el 78,4% de los ingresos de 2013 dependieron de estos fondos, en Salta el 75,5%, y en el Chaco del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, el 66,6%. En el caso de Entre Ríos alcanza el 57,9%.

En Mendoza, donde el gobernador kirchnerista Francisco “Paco” Pérez atraviesa una delicada situación fiscal producto de los problemas para salir al mercado, poco más de la mitad de los ingresos provinciales vienen de Nación (50,4% en 2013).

Según un informe del primer semestre de Iaraf, la provincia de Buenos Aires gozó de una fuerte evolución de “transferencias corrientes desde el Tesoro Nacional”, lo que le permitió un mejor control de sus cuentas. A pesar de ello, para Scioli era fundamental salir al mercado y conseguir al menos 800 millones de dólares que le permitan transitar todo el 2015 con tranquilidad.

“El escenario para la búsqueda de financiamiento provincial mediante instrumentos de deuda resulta claramente negativo”, plantea el informe. El nivel de deuda bonaerense, para diciembre de 2013, representaba el 67% de los ingresos contra apenas el 25% de la Ciudad de Buenos Aires.

En este marco, el 31 de julio pasado la Presidenta anunció la refinanciación de las deudas de 13 provincias, lo que representó un alivio. Se renovó por tres meses la deuda por la que las provincias no tienen que pagar ni capital ni intereses. Claro que fueron sólo tres meses.

(*) Publicado en la edición impresa Nº 914 del DIARIO PERFIL.