El show de los presidenciables ante empresarios

Por Jairo Straccia (*) | Macri chicaneó al Gobierno con atribuir a los buitres también lo mal que juega Boca; Massa faltó por problemas de cartel. Galería de fotosGalería de fotos

Redacción Fortuna

En pleno paro y con una manifestación de agrupaciones izquierda en la puerta, empresarios se reunieron esta mañana en el Hotel Alvear para escuchar a las figuras con mayor proyección presidencial. El resultado: se llevaron más show y lobby de pasillo que grandes definiciones.

Fue en el marco de un nuevo encuentro del Consejo de las Américas, ente corporativo estadounidense que en nuestro país organiza el meeting con la Cámara Argentina de Comercio. Sus titulares, Susan Segal y Carlos de la Vega, respectivamente, abrieron la jornada.

Junto a ellos, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, hicieron diagnósticos diferentes sobre la recesión. Macri, con aspiraciones a 2015, habló de la "angustia por el empleo" y hasta bromeó ante "Coqui" con la excusa de los fondos buitres para la retracción económica: "Ya que está digamos que por los holdouts pierde Boca porque no aguanto más a los hinchas de River".

Capitanich, que ha mandado a boxes su ilusión de ser candidato, agobió al auditorio con un repaso que incluyó reconocer "ciclos de crecimiento de menor cuantía" y "temas de resolución insuficiente", como el déficit de energía. La sorpresa: anunció inversiones por 550 millones en Vaca Muerta, por un acuerdo de YPF con la malaya Petronas.

En el lobby ardían las reuniones de café, como la que tenían la directora de Comunicaciones de la petrolera estatal, Doris Capurro, exultante por el convenio, con Gustavo Cinosi, accionista del Sheraton Pilar, aún dolido por el fallido intento de lograr un acuerdo privado de bancos locales para la deuda en litigio. "Aún no sé qué pasó", se lamentaba, luego de otro intercambio con Gabriel Martino, del HSBC, otro que intentó un trato sin suerte.

De todos modos, Cinosi manifestó que "algo puede haber", aunque aclaró que ya está al margen. "Hay deals que salen y deals que no", soltó. En otro rincón, Héctor Méndez, de la UIA, y el jefe de la Bolsa, Adelmo Gabbi, comentaban el hecho del día: el faltazo del presidenciable Sergio Massa al evento.

Sólo yo. En la organización habían confirmado la presencia del diputado del Frente Renovador. Pero en el día previo se demoraba la confirmación del programa definitivo. Según trascendió, había intentos hasta último momento de convencerlo para que estuviera. Hasta hubo, cuentan, algún llamado desde la sede del Consejo en Estados Unidos.

Pero no hubo caso. ¿Qué pasó? Problemas de cartel. Al tigrense no le convence no ser "la" estrella de un evento. "Inesperadamente, canceló su participación", informó el locutor. Quiso abrir o cerrar, no estar en el medio, contaron en el Alvear. Hace un año en uno de los encuentros de IDEA en Mar del Plata, forzó un cierre a medida. "No me trataron como presidenciable", habría dicho en su entorno. "Una pena, hubiese sido interesante oírlo", se lamentaba un ejecutivo del Citi, presente en el salón, con más de 300 asistentes.

Los otros. Luego, el radical Ernesto Sanz habló de la necesidad de liderazgos disruptivos y resaltó que hay que defender a las empresas, e hizo hincapié en sumar "a las grandes", no sólo a las pymes.

Por su parte, el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, pasó rápido con su ministra de Economía, Silvina Batakis, y pidió no ignorar la inflación ni la inseguridad. Batakis anticipó un ajuste, ya programado, del impuesto inmobiliario, mientras se espera la vuelta a los mercados.

El paro nacional de la CGT opositora y la Ley de Abastecimiento se llevaron pocos comentarios. Varios dirigentes reafirmaron la posibilidad de ir a la Justicia, aunque otros dijeron que quizás haya que ver los cambios. "Hablar de modificaciones es avalarlo", soltó un hombre del G6.

A la espera del ministro de Economía, Axel Kicillof, los empresarios especulaban con algún anuncio sobre los próximos pasos de la política económica nacional. Mientras, escuchaban a Débora Giorgi, de Industria, quien insistía en controlar los precios de los insumos difundidos. Si hubo alguien presente esperando oír las propuestas del candidato socialista Hermes Binner, se quedó con las ganas. "No pudo entrar", anunció lacónico el locutor. La manifestación que clamaba "fuera Monsanto" sobre la avenida Alvear lo disuadió más a él que al propio encargado de negocios de Estados Unidos Kevin Sullivan, que llegó sin problemas.

(*) Editor de Economía de Diario PERFIL. En Twitter: @jairostraccia

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