‘Inflación blue’: los precios libres están cada vez más caros que los controlados

En lo que va del año, se agrandó la diferencia entre los Precios Cuidados y los desregulados. La diferencia llegó al 25% en la canasta básica, pero hay productos que valen hasta el doble.

Redacción Fortuna

La brecha entre los Precios Cuidados y los libres o “descuidados” fue creciendo en el año y llegó al 25% aunque en los casos extremos el precio de un producto puede hasta duplicarse.

Sin convertirse por completo en “valores de referencia” los Precios Cuidados han sido más una estrategia de marketing que una solución eficaz contra la inflación. A pocas cuadras del Ministerio de Economía, en Bolívar al 500, el bar “Lo de Néstor”, que vende productos de cooperativas y fábricas recuperadas, ofrece un “Menú Cuidado” por $ 35 contra los $ 65 del menú ejecutivo.

Pero más allá de los recursos para atraer clientes, en las góndolas las subas de la canasta de alimentos por fuera de los acordados alcanzan un 40% interanual y calientan la inflación general y los reclamos gremiales de bonos de fin de año: los empresarios compensan la perdida rentabilidad de los Precios Cuidados con los “liberados”, mientras las subas salariales, si bien fueron mayores a las de años anteriores y superaron el 30% nominal, no llegan a empatar a la inflación.

Para el secretario de Comercio, Augusto Costa, la inflación no es del 40% y reiteró que, si bien los precios suben, lo hacen a tasas menores. En la presentación de la última etapa de Precios Cuidados, hasta razonó que “aumentó el poder adquisitivo” porque la suba de la canasta acordada (12% para 2014) fue menor al aumento del 31% del salario mínimo vital y móvil.

Ojalá fuera así. De acuerdo con los datos relevados para elaborar el Indice Barrial de Precios (IBP) del Instituto de investigación social, económica y política ciudadana (Isepci), la brecha entre una canasta regulada y otra libre fue creciendo a lo largo del año.

En la comparación de dos canastas alimentarias básicas de 46 productos, cuando empezó Precios Ciudados en enero, la opción no regulada era 5% más cara, mientras que en julio pasó a ser 16,5% más costosa y según la última medición de principios de octubre, cuesta un 25% más comprar productos que no estén entre los precios acordados con supermercados y empresas, que dieron rienda a otros aumentos para “subsidiar” Precios Cuidados. En tanto, cerca del Gobierno reconocen que la limitación de Precios Ciudados está en su alcance. “Los controles no llegan a los barrios donde viven quienes menos recursos tienen”, explicó el coordinador del IPB, Marcelo Maqueda.

En la medición del Isepci en el Gran Buenos Aires hay una diferencia del 42% entre un kilo de harina de Precios Cuidados y el mismo producto o uno similar en un local de barrio. Lo mismo para el dulce de leche, con un desfasaje del 30% si no es el pote acordado. Entre el aceite mezcla regulado y el desregulado la diferencia llega al 70% y lejos de las carnicerías de los diez supermercados que suscribieron a la canasta de Costa, donde los cortes no son los mismos.

“Los negocios barriales no están adheridos a Precios Cuidados y en el Gran Buenos Aires por lo general los artículos están más caros que en los supermercados”, explicó el titular de Consumidores Libres, Héctor Polino. Según sus datos,  en el relevamiento en la Ciudad de Buenos Aires “la diferencia entre Precios Cuidados y descuidados puede llegar a un 10%. En la Ciudad hay más competencia que en el Gran Buenos Aires y por eso la brecha no es tan grande, pero hay mucha dispersión”, sostuvo el ex diputado.

La inflación oficial fue de 1,4% en septiembre según el Indec y en lo que va del año acumula  20%. Para el IPC Congreso, el aumento en el mes fue de 2,48% y acumula 29,7% entre enero y septiembre. Desde la CTA de Hugo Yasky, afín al Gobierno, prevén una inflación del 30% que superará “en un par de puntos” los haberes, mientras para la Universidad Di Tella la expectativa a 12 meses es de 41%.

Moyano agita el bono de fin de año

El jefe de la CGT opositora, Hugo Moyano, aseguró que el reclamo de un bono salarial de fin de año “va a ser generalizado” porque, advirtió, “hay una inflación que ya ha absorbido los aumentos” de sueldo. “La mayoría de las organizaciones gremiales van a pedir el bonus, la CGT también”, afirmó el líder del gremio de Camioneros sobre el pedido que también impulsaron desde el sindicalismo alineado con la Casa Rosada.

Para el Gobierno, en tanto, “no existen razones objetivas” para reclamar un plus de fin de año. Fuentes del sector empresario aclararon que hasta el momento, no recibieron pedidos de bono de fin de año y que, de haberlos, será algo que tendrán que analizar sector por sector. Y aclararon que forma parte de la negociación entre empresas y sindicatos. “Eso no lo decide el Gobierno”, aseguraron.

Nota publicada en la edición impresa del Diario PERFIL.