Las dificultades para acceder al crédito frenan la liberación de dólares para la producción y el consumo. Así, será más difícil crecer en 2015.
Por Patricia Valli (*)
Sin el alivio del canje ni los dólares frescos de la nueva emisión, la presión sobre las reservas se mantiene para cumplir con los casi US$ 12 mil millones que vencen en servicios e intereses de deuda el año que viene.
El “shock de confianza” que los bonistas le dieron al Gobierno, según aseguró el viernes el ministro Axel Kicillof tiene, sin embargo, tiene repercusiones en la economía real. Los analistas consultados coincidieron en que si el Gobierno mantiene las restricciones sobre importaciones, puede generar tensiones sobre la industria, el consumo y, eventualmente, el empleo, aunque ése es el límite para la administración de Cristina Fernández, sobre todo en un año electoral.
“La tensión sobre las reservas va a ser sofocante. Si bien hay un alivio en la baja de importaciones de combustible por la caída de los precios internacionales, también hay una caída en las exportaciones por el precio de los commodities”, ponderó el economista Orlando Ferreres, quien además no descartó que se retrase la liquidación de soja como este año, sumando problemas.
En el medio, en Economía aseguran que no negociarán con los fondos buitre sin que se cumplan algunas condiciones, como dialogar en bloque con todos los holdouts y que haya una quita, ya que la sentencia de Thomas Griesa es impagable, sobre todo cuando ya fondos por más de US$ 10 mil millones se sumaron para pedir la misma orden de pago que logró Paul Singer. “No es lo mismo entrar en 2015 y capitalizar la bandera contra los fondos buitre con la economía creciendo un poco que con la actividad estancada”, señaló el economista de la Gran Makro Agustín D’Attellis, para quien el resultado del canje puede poner a prueba desde hoy la pax cambiaria que logró Alejandro Vanoli a través de los controles sobre la City.
“Es cierto que el momento no fue oportuno pero el resultado del canje muestra que el mercado no está dispuesto a brindar soluciones. Bajo el contexto actual, no están mirando qué pasa con la Argentina que viene renegando del sistema financiero”, estimó Ferreres, para quien el canje se tendría que haber suspendido.
Un cartucho menos. “Se puede repetir pero ahora ya está manoseado. Es como el Cedin, que se extendió ya cinco veces sin éxito”, dijo sobre el certificado de inversión inmobiliaria creado para blanquear dólares para la compra de casas y departamentos.
Desde el sector privado, en lo que va del mes “se vivió un oasis en la aprobación de DJAI”, dijo el director de Relaciones Institucionales de la Cámara de Importadores, Miguel Ponce, sobre los permisos para comprar bienes en el exterior.
En los últimos días, desde el Gobierno aseguraron a las automotrices que extenderían su disponibilidad de dólares mensuales de US$ 100 millones a 150 millones por mes, según confió un industrial del sector, de la misma forma que ya se había hecho con Tierra del Fuego, en un intento de evitar una mayor caída de actividad. Además capitalizó el swap con China por el que ingresaron otros US$ 1.000 millones y empezó a recibir los dólares por la licitación del 4G para la telefonía celular.
“Ese escenario dio aire. Pero también negociaron con Brasil acelerar la devolución a los proveedores”, explicó Ponce en alusión a parte de los US$ 5.500 millones en importaciones pagadas por anticipado que el Central le adeuda al sector privado. De este total, unos 2.200 corresponden al sector automotor y sobre ese total, el 80% es deuda con Brasil, en especial por autopartes. El riesgo, sin la ayuda del canje, es que vuelvan a “pisarse” las importaciones, lo que afectó a la industria este año. “Si hay restricciones financieras, se empezaría a endurecer ahora mismo”, estimó Ponce.
Según Ferreres, por la política de restricción, ya hay US$ 24 mil millones en giro de dividendos atrasados que se suman a los US$ 5.500 millones de importaciones. “Eso equivale a las reservas”, resumió.
Para el economista de Carta Abierta Alejandro Roffman, el resultado de la recompra, canje y emisión generó un alivio de alrededor de US$ 600 millones, “que no es poco” y no le cerró la puerta a un eventual nuevo intento por parte del Gobierno de captar fondos. “En estos últimos meses el sector externo sumó el swap con China, el Banco Central intervino comprando”, recordó Roffman, lo que fortaleció la posición en dólares del Gobierno. Mientras tanto, si bien la caída del precio del petróleo es una buena noticia de corto plazo, “habrá que ver si afecta los planes de inversión. El sistema financiero está cambiante pero estas decisiones no se toman sobre el corto plazo”, concluyó en diálogo con este diario.
CFK: “Tenemos los dólares”
“Vení chiquito, vení”, lo llamó ayer la presidenta Cristina Kirchner al ministro de Economía, Axel Kicillof, en plena cadena nacional al hablar en el aniversario de la democracia en Casa Rosada. Allí, hizo una fuerte defensa del canje del Boden 2015 y la colocación del bono que el viernes cerró el Gobierno con menos adherentes de los esperados.
“Tenemos los dólares para pagar los Boden 2015, vengan a cobrarlos”, aseguró la Presidenta, que cuestionó las críticas de ex funcionarios que habían planteado que faltó coordinación previa con bancos e inversores institucionales. “Que no nos corran con que no hay confianza en la Argentina, que sólo el 2% cambió el Boden 2015”, insistió la Presidenta, que llamó al titular del Palacio de Hacienda, vestido de remera gris, a ubicarse más cerca del atril desde donde habló. Además, criticó a los fondos buitres, “que están perdiendo algunas plumas y van a terminar siendo unos cachivaches”. La Presidenta fustigó además otras operaciones financieras “que se arreglaban en un salón” con fuertes pagos de comisiones. “Se llama curro, pero no lo quiero decir”, aseguró para desligarse de las críticas de ex secretarios de Finanzas que hablaron de errores técnicos tras la operación con el Boden 2015.
