Transición con recesión y una herencia-bomba para el sucesor de CFK

Los economistas que escriben en PERFIL coinciden en que el país no saldrá del estancamiento en 2015. Dudas por los holdouts. Inflación alta pero frenada. Galería de fotosGalería de fotos

Redacción Fortuna

Por Ariel Cohen, Jairo Straccia y Patricia Valli (*)

El habitual desafío de los economistas de hacer pronósticos tiene, en la previa de 2015, un riesgo adicional: descifrar cuánto incidirá la política en las variables macro en el año en que Cristina Kirchner dejará la Casa Rosada clausurando 13 años de su familia en el poder. A pesar de ello, el consenso de los ocho economistas que habitualmente escriben sus columnas en este diario, reunidos en el hotel Novotel el 4 de diciembre, es que el año que viene será muy difícil, si no imposible, volver a crecer. Además, ven pocas chances para un acuerdo con los buitres (aunque se curan en salud y hablan de que puede haber giros inesperados) y coinciden en que cualquiera que gane las elecciones estará obligado a unos meses de ajuste.

Actividad. Muy difícilmente el país emerja de la recesión el año que viene. “Es difícil ser optimista en cuanto a nivel de actividad”, asegura Jorge Vasconcelos, del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral). A su criterio, la economía está “esquizofrénica”: “El Estado está funcionando en modo 2011, como si la soja siguiera en US$ 650. El mercado financiero lentamente va a empezar a funcionar en modelo 2016, considerando que la política económica va a ser más amigable a partir de diciembre, pero el sector real está condenado a funcionar en modo 2014”.

En el mismo sentido, Martín Tetaz, de la Universidad de La Plata (UNLP), abriga pocas esperanzas de reactivación. “Yo no veo ninguna posibilidad porque el modelo está completamente agotado. Los motores que existían antes no están y no veo una chance de reactivación”, subraya.

Consumo e inflación. Para Tetaz, el desánimo no es total: “Con la evolución del consumo tengo alguna esperanza por un factor psicológico asociado a la confianza del consumidor; la clave para que la gente mejore sus expectativas es el dólar, y si vos tenés congelado el precio del dólar las expectativas van a ser mejores”.

Difiere en ese punto Rodrigo Alvarez, de Analytica. “Lo que vimos este año es que por primera vez el consumo ajusta y ajusta en serio, y no sólo ajusta en lo más prescindible, sino que está ajustando en el núcleo duro que es alimentos”, dice, y se pregunta: “¿Qué elemento va a cambiar estructuralmente para ese consumidor?”. Para Vasconcelos, hay un matiz: “Cuando las familias tienen una inflación de 5% y el salario sube un 3%, esos dos puntos son muy difíciles de recuperar, pero no cuando la inflación es de un 40% y tu salario sube 30%, porque podés mantener tu capacidad cambiando un bien por otro. El problema es que la capacidad de sustitución no es accesible a todos”.

Tetaz y Vasconcelos comparten que la inflación bajó un cambio, aunque sigue por autopista. “La recesión permanece y no deja lugar a proceso de remarcaciones, el dólar clavado rompe expectativas de devaluación y el tercer factor, la política monetaria más contractiva”, dice el de la UNLP. El de Ieral reconoce que venía al 40% y bajó al 28% acumulado siete meses.

Votos. La matriz que los economistas no controlan para hacer proyecciones es cuál puede ser el plan político detrás de medidas concretas. Matías Tombolini, economista y docente de la Universidad de Buenos Aires, no tiene dudas. Hay un plan político oficial y es que el gobernador Daniel Scioli sea candidato y gane por el oficialismo. “Yo creo que el objetivo es que Cristina se vaya con la máxima popularidad posible y me parece que manda la política por sobre la economía y es lo que pone el Norte”, puntualizó, antes de vaticinar: “Si la salida del cepo es el camino para que ingresen dólares, ¿por qué no van a tratar de adelantar todo lo bueno que podría hacer Scioli y dejarle eso a Cristina?”. Además, es el único que se juega por la posibilidad de que el Gobierno arriesgue un salto cambiario “a la ofensiva”. “No es lo que yo haría, pero tienen algún margen para corregir el tipo de cambio más temprano que tarde y eso en base a un dato nuevo de la economía que es la caída del precio de la energía”. Alvarez se desmarca de cualquier posibilidad de otra “deva”: “El Gobierno no va a devaluar el tipo de cambio después del susto que tuvo en enero, y la apuesta es anclarlo, al punto de sostener el frente financiero a costa de golpear a la actividad productiva”.

Desde Perspectivas Económicas, Luis Secco descree de cualquier acierto oficial: “Este es un mal gobierno, su política económica es mala, y desde ese lugar creo que en 2015 nos va a tocar una situación de extrema vulnerabilidad”. Para Secco, hay conexión de la economía con la suerte judicial de la administración. “Si Bonadio llama a declarar a Cristina, va a ser la primera vez que eso pase. No es lo mismo si hay 80% de brecha, o reservas en US$ 25 mil con una sociedad enojada por eso o tranquila”, aventura.

Herencia y contexto. Pero 2016 cada vez aparece menos como fantasía y más como realidad. ¿Da lo mismo si llegan Scioli, Sergio Massa, Mauricio Macri o algún candidato de Unen, por ejemplo? “Cualquiera de los cuatro enfrenta el mismo escenario y no va a tomar decisiones muy diferentes. Se va a requerir una corrección cambiaria de cualquiera que asuma, porque es la única manera de eliminar el cepo, y eso es lo que tiene que hacer cualquier candidato que gane, porque si no no tiene salida el país”, apunta Tetaz. Diego Giacomini, economista jefe de Economía y Regiones advierte sobre cuánto puede complicar al que venga la estrategia de salida de esta gestión. “Este Gobierno lo único que quiere es llegar hasta entregar el poder en 2015, tapando los problemas, y eso es agrandar los problemas”, asegura. “En la medida en que vaya tapando y sea exitoso, es decir, si logra ‘anclar’ la situación financiera, rascando la olla de las reservas, el próximo gobierno hereda un problema más grande, y ya son muchos problemas que no se solucionan de un día para el otro”, diagnostica, y agrega: “Y no se puede salir del cepo sin generar las condiciones”.

Miguel Arrigoni, CEO de First, sostiene que “la Argentina vuelve a tener una oportunidad energética y los próximos candidatos dirán qué se va a aprovechar y qué no”. “Guarda con el contexto internacional, porque hay si hay otra recesión no vamos a zafar ni con Vaca Muerta. Los tiempos son de descuento”, interpela.

Alberto Schuster, de KPMG, avisa que es contador y no economista, pero habla del contexto para las correcciones que vienen y pide una “ingeniería política” importante: “Tenemos 25% de pobres, 5% de indigentes, desempleo e inseguridad. Es tiempo de que los candidatos salgan a hablar de qué van a hacer, porque el que venga después va a estar condicionado por una sociedad con un ambiente de exacerbación de los derechos –justificados o no– que consigue respuestas en la Justicia con cautelares”.

Empresas por la supervivencia

—¿Qué 2015 les espera a las compañías?

SCHUSTER: No hay grandes proyectos de inversión, no hay previsiones de cambio de personal y hay una preocupación importante sobre los cambios regulatorios periódicos. Salvo algún sector particular –el petrolero aumentó por YPF–, no hay un gran nivel de actividad.

GIACOMINI: Las políticas gubernamentales lograron que el sector agroexportador hoy en día no tenga competitividad. Si hoy un productor de soja tiene que arrendar el campo, los números ya no le dan.

—¿Habrá despidos?

S: Las empresas tienen problemas para despedir gente. Además, si te faltan 500 metros para la meta, hacés el último esfuerzo. No creo que vaya a haber destrucción de empleo.

—¿Qué pasa con el crédito?

ARRIGONI: Tenemos ofertas de bancos de afuera para prestarles a empresas argentinas. Pero lo que hay son restricciones de los empresarios para tomar la plata.

G: Las tasas no son altas, pero no se toma crédito por la incertidumbre.

Pocas chances de acuerdo buitre y tensión por el dólar

—¿Puede haber un arreglo con los holdouts?

Secco: La zona de confort del Gobierno siempre fue la confrontación, y nadie mejor que un candidato que está afuera de la Argentina que ejemplifica este sentimiento antimercado que reina. Pero atención con celebrar la vuelta del endeudamiento. Si el Gobierno se endeuda se la va a gastar toda.

Tombolini: Axel Kicillof puede no ser peronista pero la Presidenta es peronista y va a negociar lo que tenga que negociar. Este gobierno le pateó el escritorio a Repsol y después negoció. Y luego se llevó una palmada del directorio del FMI y arregló con el Club de París sin ponerse colorado.

—¿Ven presión sobre el dólar?

Alvarez: Cuando uno hace la proyección, terminás con menos dólares y muchos más pesos en circulación. Si el Gobierno no empieza a arreglar el frente financiero, la presión sobre el tipo de cambio el año que viene va a ser fuerte.

S: El año que viene es un año electoral. No hay año electoral en la historia de la Argentina en el que los argentinos no hayan decidido dolarizarse. Desde que hay PASO, la dolarización es pre PASO, hay una calma y después vuelve otro período de dolarización.

Brasil obliga a repensar el Mercosur y la soja regresa a valores de 2005

—Si en algún momento hubo condiciones externas que ayudaron al país. ¿Cómo se ve 2015?

TETAZ: Volvemos a los precios de los commodities de 2005. Ese escenario parece bastante consistente. Eso implica que el modelo es insostenible. Pero la preocupación del Gobierno es llegar a diciembre, y todas las distorsiones se van a acumular a 2016. Si el dólar estaba bien a $ 8 con la soja a US$ 550 la tonelada, no puede estar bien a $ 8,50 con la soja a US$ 350. Y esa distorsión el Gobierno no está dispuesto a reconocerla por el efecto psicológico que genera una devaluación.

—¿Qué puede aportar Brasil?

VASCONCELOS: Brasil puede ser relevante, la designación de Armando Monteiro como ministro de Industria por parte de Dilma es una señal muy fuerte porque fue presidente de la CNI (Confederación Nacional de Industrias) durante casi diez años y si uno mira los informes de CNI, todos pivotean sobre la posición de competitividad de Brasil en los rankings internacionales. La gran expansión de las multilatinas de origen brasileño de los últimos años tiene un paso adicional con la interconexión con Brasil y en muchos países en los cuales han hecho mucha inversión extranjera directa desde sus propias empresas. Entonces el escenario económico 2015 va a obligar a los candidatos presidenciales a definirse más de lo que ellos creen que necesitan definirse para competir porque va a haber un replanteo del Mercosur, y Argentina va a tener que definir si se enmarca en ese planteo del Mercosur. Y una vez que uno define eso, define un montón de cosas.

SCHUSTER: Hay que ver cómo impacta la baja del petróleo y qué efecto tiene sobre otros derivados.

Proyecciones en el samba

Hacer proyecciones en la Argentina es como –lo sabrán los que fueron alguna vez a un parque de diversiones en los 80 en la Argentina– subirse a un samba, un juego donde era muy difícil mantenerse de pie, ya que el piso se movía para todos lados.

Una muestra se dio el jueves 4 de diciembre, cuando PERFIL convocó, como todos los años, a los analistas que escriben cada sábado como “columnistas de la semana”. Esa mañana, en las instalaciones del hotel Novotel, sobre avenida Corrientes, a pocos minutos de arrancar el intercambio, hubo una noticia inesperada para todos los presentes: el ministro de Economía, Axel Kicillof, anunciaba que se pondría en marcha un canje de deuda para mostrar capacidad de pago. Se ofrecían Bonar 24 por los Boden 2015 que implican pagos por US$ 6.700 millones el año que viene, además de la posibilidad de pagarlo de forma anticipada.

Hubo minutos de chequeos y rechequeos de información. Los celulares ardían, y había consultas con analistas de mercado.

La percepción general era que se trataba de una prueba del Gobierno, y había buenos pronósticos, aunque nada determinante que cambiara las proyecciones para el último año de mandato.

Los datos finalmente mostraron una baja adhesión al canje y una magra colocación del Bonar. Los cálculos de escasez de divisas siempre atados a qué pase con los fondos buitre no se disiparon.

(*) Publicado en la edición impresa del Diario PERFIL.

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