El empleo en negro le resta al Estado el equivalente a la partida anual de AUH

Según datos privados, las cargas sociales que cobraría por el 33,1% de trabajo no registrado suman $ 57.700 millones por año. El sector público se muerde la cola: el 12,2% de los empleados está en la informalidad.

Redacción Fortuna

Con el empleo en negro consolidado en un tercio de los trabajadores, el Estado deja de recaudar unos $ 57.700 millones de pesos al año por la evasión de aportes de salud y seguridad social.

Así lo estima un análisis del Centro de Estudios e Investigación en Ciencias Sociales (Ceics) a cargo de Nicolás Villanova. La cifra, calculada en base a datos de 2013, es equivalente al desembolso anual del Estado en la Asignación Universal por Hijo más la Asignación por Embarazo (en total, $ 55 mil millones a 2014). Además, ese monto es algo menos de lo que la Administración Federal de Ingresos Públicos recaudó por el impuesto al cheque, creado por emergencia económica hace más de una década.

Sin embargo, no es tan fácil pensar en la erradicación del trabajo no registrado, porque es la base de la competitividad de muchas pymes. “Blanquear a todos los empleados con el sistema actual llevaría al cierre de muchas empresas, en particular a las pymes”, aclara en diálogo con este diario Villanova.

El Ministerio de Trabajo empezó a implementar regímenes simplificados para microempresas y en otras áreas de trabajo como el de trabajo doméstico, donde también se simplificaron aportes. Pero por fuera de estos intentos hay sectores de la economía donde el trabajo en negro sigue siendo alto.

Entre asalariados no registrados y autónomos sin aportes hay 7,2 millones de personas sin protección social ni aportes jubilatorios. Y quienes trabajan en negro ganan la mitad (51% en lo que va de 2014) de lo que percibe un asalariado formal privado en promedio.

Según las cifras de la Encuesta Permamente de Hogares (EPH) del Instituto Nacional de Estadística y Censos, en la agricultura y ganadería el 61% de los empleados no están registrados. En la construcción, esa cifra alcanza al 69% y en hoteles y restaurantes y comercio el nivel de empleo en negro llega al 39 y 41%, respectivamente.

Cambia la informalidad. “Si tomamos por ciertas las cifras del Ministerio de Trabajo de empleo no registrado y sus ingresos promedio, la evasión anual en cargas sociales es de $ 57.700 millones, pero la evasión de cargas sociales es mayor si se suma el empleo en negro que aparece bajo la forma de quienes trabajan “por cuenta propia”, apunta Villanova.

De acuerdo con un análisis del Instituto para el Desarrollo Económico y Social Argentino (Idesa), de Jorge Colina, los datos oficiales dan cuenta de nuevos problemas de empleo. “Mientras cae la proporción de asalariados que trabajan ‘en negro’, aumenta el cuentapropismo, una forma de inserción laboral mayormente informal. La informalidad no se está reduciendo, sino que cambia su composición”, explica.

Con base en el tercer trimestre de cada año, en 2012 había 3 millones de asalariados en negro y 2,4 millones de cuentapropistas. En 2013 los primeros pasaron a ser 2,9 millones y los cuentapropistas, 2,5 millones. En 2014 se contabilizan 2,8 millones de asalariados no registrados y 2,6 millones de trabajadores por cuenta propia.

Los trabajadores independientes, según el Ceics, representaron el 21% del total en la última década. De ese segmento, donde se cuentan los monotributistas y autónomos, sólo el 10% son técnicos y profesionales en condiciones de hacer aportes. Y más de la mitad gana lo mismo o menos que alguien que trabaja en negro. “Un ejemplo son los cartoneros que lejos del autoempleo participan de una relación de explotación por parte de intermediarios y el propio Estado”.

El Estado se muerde la cola: “Se estima que en 2013 el 12,2% de los empleados públicos en el país no estaba registrado”, detalla Villanova.

Más ‘desempleo desesperado’

Casi un 20% de los argentinos busca trabajo o más horas de actividad, según los economistas del Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social (Geres) que armaron un índice propio: la “tasa de argentinos desesperados por el desempleo”.

Con un análisis sobre el desempleo y las categorías de infraocupados (trabajan menos de 12 horas por semana, pero aspiran a más), subocupados (menos de treinta horas semanales) y desalentados, en el caso de los que “se cansaron de buscar”, la tasa de desesperados llega al 19,9% mientras que en el caso de quienes no buscaron trabajo en el segundo trimestre, pero sí en los últimos 12 meses, la tasa llega al 18,9%. En ambos casos, es un aumento de casi 2 puntos contra la medición del mismo trimestre del año anterior. Por otra parte, la inusual caída de la tasa de actividad que “amortigua” el aumento del desempleo podría implicar que unas 193 mil personas perdieron el empleo, agregaron desde el Geres.

Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil.