A un año de la devaluación, el tipo de cambio cae al menor nivel desde el 2001

La competitividad de la economía local se ve fuertemente afectada por el aumento de los precios durante 2015. Diferentes sectores sufren el atraso cambiario y esperan llegar a 2016.

Redacción Fortuna

Por Paola Quain (*)

Las efemérides en economía siempre vienen acompañadas de un balance, y a un año de la devaluación que llevó el tipo de cambio a cerca de $ 8, el ansiado efecto de lograr mayor competitividad de la economía local no sólo se diluyó, sino que retrocedió hasta niveles de 2001. La grave caída llega, según los analistas consultados por PERFIL en medio de una dinámica compleja de las principales variables de la economía que pone límites a la recuperación.

Así surge del análisis de la evolución del Tipo de Cambio Real Multilateral, el indicador que mide los precios de la economía argentina con respecto a los de otros países. De acuerdo con el Estimador de Precios de LCG, la Argentina llegó en diciembre pasado hasta niveles de 2001 –el nivel de 1,3 vez del de diciembre de ese año–, marcando un escenario complejo para la economía local. Con respecto a lo sucedido en los últimos doce meses, Gastón Rossi, director de la consultora, señaló que “la ganancia de competitividad que estaba asociada al salto devaluatorio de enero de 2014 se evaporó en los ocho meses siguientes como resultado del salto inflacionario y ante la ausencia de un plan económico intregral”.

Después de los $ 8 por dólar de febrero pasado, el leve deslizamiento hasta los actuales $ 8,64 ( 8%) superado ampliamente por una inflación estimada de 38% (OF&A) en 2014 y un dólar que se revalúa a nivel mundial, los sectores de la economía tuvieron distinto grado de impacto por el atraso cambiario.

Para Fausto Sopotorno, economista jefe de Orlando Ferreres y Asociados, el problema es que todos los sectores de la economía están lejos de un tipo de cambio que les resulte adecuado. La apreciación peso afecta principalmente a los exportadores que, al vender en dólares pero tener costos en pesos con una inflación que supera al dólar, ven reducido su margen de rentabilidad, sumado a que las commodities bajaron su precio en el mercado internacional.

“Estimamos que el atraso cambiario multilateral es de 51%. Lo que sucede es que en algunos sectores como la soja las retenciones alcanzan el 35%, en harinas y aceites están cerca de 30% en el orden del resto de los granos, otros sectores industriales tienen 5% de retenciones, mientras que el vino tiene 2,5%. Es decir, al atraso de 51% habría que agregar dichos porcentajes según el caso”, detalló Spotorno, quien agregó que la producción de frutas frescas está en una delicada situación. Días atrás, una medida del gobierno nacional para compensar esta situación fue reducir de 5 a 2,5% las retenciones a las exportaciones de frutas frescas y hortalizas para ayudarlos.

De acuerdo con datos de Abeceb.com, el sector agrícola, unos de los más competitivos, tuvo una cosecha récord de soja y una buena de maíz. Pero el precio de la  soja cayó más del 30% desde abril, y el del maíz, más del 20%, lo que afectó la rentabilidad sectorial.

En el sector vitivinícola, que ya cuenta con retenciones de 2,5%, las exportaciones de vinos acumulan una caída del 15,1%, afectadas por los costos logísticos que reducen la competitividad del sector, como el precio del transporte, que trepó el 49% en 2014.

Maximiliano Castillo Carrillo, director de ACM, señaló: “Creo que se perdió la oportunidad para hacer correcciones. Hoy vemos que la evolución de las cuentas públicas fiscales se fue agravando y que eso tuvo un efecto negativo en la política monetaria y la presión sobre este mercado es actualmente contenida por el Gobierno con controles”, en referencia a la cotización del dólar blue, que terminó la semana a $ 13,67, con una brecha con el oficial de 57%.

De cara a los próximos meses, los sectores que podrían explicar una reactivación no son muchos. “En medio de la fuerte emisión, el atraso en las tarifas e inflación, la construcción y la obra pública podrían mostrar buenos resultados, mientras que los bajos de las commodities sólo permitirían que se fortalezca la cadena comercial del agro, como transportistas y no mucho más que eso”, estimó el economista de Orlando Ferreres y Asoc.

La calma del dólar, bajo presión

El dólar oficial presentó una leve suba de 0,06% al cierre de ayer, y cerró a $ 8,64 para venta en las pizarras porteñas, preció que fijó un dólar ahorro a $ 10,36 y un dólar tarjeta de $ 11,66.

El dólar blue, operado en el mercado ilegal, retrocedió 0,22% en una semana que se caracterizó por fuertes operativos en la city por parte de la CNV, con la suspensión del Banco Macro y Macro Securities.

En el mercado mayorista, el Banco Central tuvo una posición vendedora, la caída del euro y del oro, y los títulos externos que forman parte de las reservas internacionales arrojaron un saldo negativo de US$ 86 millones que hicieron que las reservas finalizaran en US$ 31.219 millones, con una caída de US$ 39 millones con respecto al jueves. Según informó la entidad, se realizaron pagos en el sector energético por US$ 26 millones y otros pagos por US$ 3 millones.

En cuanto a las operaciones registradas ayer sobre el dólar habilitado por AFIP, se registraron casi 20 mil pedidos que sumaron unos US$ 12 millones. Así, el total acumulado es de más de US$ 3.300 millones la fecha.

En cuanto a las perspectivas para las próximas semanas, fuentes del mercado señalaron que si bien  la demanda de divisas, tanto en el mercado formal como en el informal no se detuvo, los operativos por parte de los organismos de control posiblemente ayuden a mantener al blue en los niveles actuales, pese a la estacionalidad de la demanda turística.

(*) Este artículo fue publicado en la edición N° 959 de Diario Perfil.

En esta Nota