Se derrumbó el crédito del Bndes al país

El Banco de Desarrollo brasileño pasó de prestar US$ 802 millones en 2011 a inyectar sólo US$ 22 millones en 2014. En paralelo, el Gobierno ahondó su alianza financiera con China.

Redacción Fortuna

La tensión en la relación bilateral con Brasil por las restricciones al comercio de la Argentina puso a prueba el intercambo entre los socios mayores del Mercosur y también el financiamiento. El deterioro puede verse en la evolución de los créditos del Banco Nacional de Desarrollo y Comercio Exterior (Bndes) que pasaron de representar el 30% de lo que el Banco prestaba a sus empresas para proyectos en el exterior en 2011 al 1,5% el año pasado, según los datos oficiales.

La cifra no alcanza sólo a los acuerdos por obra pública, sino a los menores préstamos a empresas brasileñas con negocios en la Argentina, en medio de una baja del comercio bilateral mayor al 20% en lo que va del año.

La nave insignia de la caída es el fondeo que estaba destinado al proyecto de extracción de potasio en Mendoza de la minera brasileña Vale, que decidió retirarse en 2013 argumentando que la inflación le generaba pérdida de competitividad al proyecto valuado en US$ 3 mil millones.

Según los números del Bndes de financiamiento para las exportaciones brasileñas, en 2011, del total de lo que otorgaba al exterior, casi el 30% fue para la Argentina, por US$ 802 millones. En 2013 esa proporción bajó al 6% del total. Los préstamos del Banco de Desarrollo brasileño también fueron creciendo en el exterior. Pero nominalmente, el financiamiento para el país cayó a US$ 152 millones. Y en 2014, con los datos actualizados a septiembre, sólo el 1,5% de todo lo que otorgó fue para la Argentina, por apenas US$ 22 millones.

“El banco financia dentro de Brasil proyectos en el exterior, siempre con empresas brasileñas”, explicó el vocero del Bndes, Paulo Braga. Sobre la caída de la participación argentina, ya en 2013 el director de Comercio Exterior del Banco, Luciene Machado, explicaba que “los créditos podían crecer si salían las hidroeléctricas de Santa Cruz por la participación de Odebrecht y OAS”. Esas obras, sin embargo, quedaron en manos de China.

En los últimos años, más allá de operaciones privadas de automotrices, autopartistas y maquinaria agrícola, entre otras, el Bndes financió la compra de bienes y servicios brasileños para gasoductos, compras de aviones Embraer por parte de Aerolíneas y obras provinciales, entre otras.

Entre los últimos anuncios de financiamiento por parte de la banca de desarrollo brasileña estuvo también el soterramiento del ferrocarril Sarmiento, que tendría un costo global de US$ 3 mil millones y al que Brasil aportaría la mitad de la mano de un consorcio encabezado por Odebrecht, pero pese a los sucesivos anuncios, el proyecto volvió a postergarse.

Restricciones. En ese cuadro, asentado sobre los cortocircuitos políticos y comerciales entre la Argentina y Brasil, China creció como “prestamista de última instancia”. “El comercio con Brasil no se puede reemplazar como socio estratégico. Pero el Gobierno fue a Brasil a buscar financiamiento, pero en el marco de enfriamiento por las restricciones, no lo consiguió”, explicó el economista y ex secretario de Industria Dante Sica a PERFIL. Además de China, el ministro de Economía, Axel Kicillof, intentó negociar un swap de monedas con Brasil que no llegó a buen puerto.

“Los recursos del Bndes para el exterior se redujeron”, recordó además la economista para América Latina de Coface, Patricia Krause. Por la necesidad de financiamiento interno, el Gobierno de Dilma Rousseff dispuso redireccionar el fondeo del Bndes. “Y en los primeros tres meses del año fue notoria la reducción”, agregó la especialista que estimó que el PBI de Brasil puede mostrar una caída de 0,5% este año, mientras que la Argentina bajaría 1%. “Las exportaciones de Brasil a la Argentina cayeron 27% el último mes. Este año se espera que la caída se estabilice, pero no se avizoran cambios en la administración del comercio”, agregó.

Devaluación. La pérdida de valor del real frente al dólar, que esta semana parece haber encontrado un nuevo piso de tres unidades tiene impacto en la producción argentina. “El comercio responde más a demanda que a precio y este año es difícil que Brasil pueda ayudar a la Argentina”, ponderó Sica, que prevé un mayor impacto en el sector automotor y estima que la Argentina cerrará el 2015 entre 0 y -0,5%, mientras que Brasil caerá -0,7%.

Kicillof en tanto señaló que el Gobierno no devaluará para seguir al real, aunque el peso viene “devaluando por goteo” día a día contra el dólar.

Para el ex funcionario, Brasil no profundizará la devaluación de la moneda. En cambio, Krause sostuvo que la perspectiva es que siga perdiendo valor el real.

También el empresario que está detrás de los activos de Petrobras, Eduardo Eurnekian, estimó que el real seguirá perdiendo valor y agregó que, por otra parte, los acuerdos con China tienen algo positivo por el potencial inversor, pero también implica una mayor entrada de productos.

Así, la depreciación del real, si bien en los papeles es una buena noticia para las exportaciones brasileñas, puede ser un arma de doble filo. “La devaluación beneficia a las commodities, pero es un problema para la inflación y el consumo”, explicó a PERFIL Sergio Papini, presidente de la Confederación de Cámaras de Comercio e Industria de Brasil durante la reunión de la Federación Internacional de Cámaras el jueves en el Hotel Alvear.

El Mercosur necesita profundizar las relaciones comerciales. La caída del comercio con un socio preferencial como la Argentina preocupa”, señaló Papini, que reconoció también que siguen de cerca los acuerdos firmados con China.

Las DJAI condicionan la negociación automotriz

Este año la Argentina y Brasil deben renegociar el acuerdo automotriz, pero el nuevo gabinete de Dilma Rousseff todavía no hizo buenas migas con sus pares locales.

Según interpretan en el Gobierno, hay malestar por las declaraciones anticipadas juradas de importación. “La negociación automotriz siempre se mantuvo por canales separados, pero Brasil la vincula a la situación global”, explicaron.

Después de la visita del canciller Mauro Vieira, quien fuera embajador de Brasil en Buenos Aires, no hubo nuevos contactos más allá de teleconferencias. Para esta semana estaba previsto un encuentro a nivel de secretarios de Industria que todavía no se definió.

Sobre la negociación, Dante Sica dijo que lo más probable es que este año haya una nueva prórroga mientras que la esperanza

está puesta en que las terminales brasileñas incorporen autopartes locales.

Por Patricia Valli

Esta nota está publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil