América Latina entra en un ‘laberinto económico’

Por Leandro Dario | El continente crecerá poco en los próximos años por la desaceleración de China, Japón y la Unión Europea. El adiós a la “década ganada”.

Redacción Fortuna

América Latina dejó atrás la “década ganada” y ahora tiene que enfrentar “el laberinto de la economía global”, según un documento difundido esta semana por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Las previsiones de ese organismo sostienen que la región crecerá entre 2015 y 2017 sólo un 2,7%, un índice menor comparado al registrado en el decenio anterior. La caída del precio de las commodities –entre ellos la soja y el petróleo–, sumado a la desacelaración de China y al bajo crecimiento de la Unión Europea (UE) y Japón lastran las perspectivas económicas del continente, que se enfrentará a “varios años de crecimiento relativamente lento y a algún riesgo macroeconómico potencialmente grave”.

Con Argentina en esta inflación y Brasil y Venezuela en recesión técnica, la región enfrenta un duro panorama a futuro. Pero, ¿cuáles fueron los motivos que hicieron que la década pasada quede archivada en el recuerdo? “El cambio en el contexto internacional fue un factor importante. En los países exportadores de productos intensivos en recursos naturales la desaceleración de la economía mundial se reflejó en una caída en los precios y en desequilibrios crecientes en cuenta corriente. Este desfavorable contexto externo repercutió sobre los componentes domésticos de la demanda, principalmente la inversión, que mostró un comportamiento poco dinámico”, afirmó a PERFIL Roberto Bouzas, vicerrector de la Universidad de San Andrés.

Para el BID, el crecimiento de los Estados Unidos y la caída del precio de las materias primas pueden dar un impulso a los países que importan energía y que tienen fuertes vínculos comerciales con Washington. Entre ellos, México y los países del Caribe. Del otro lado de la moneda, la recuperación económica será “más lenta” en los países de América del Sur, con la excepción de Perú y Uruguay.

Lo que no se hizo. Bernardo Kosacoff, ex jefe de la oficina local de la Cepal, explicó cuáles fueron los déficits de políticas públicas que llevaron a esta situación. “Hubo diez años de excelentes condiciones de precios y de financiamiento. Se registraron mejoras de indicadores económicos y sociales. Pero no hubo una dinámica de cambio estructural, ni gastos fuertes en inversión y desarrollo. Las economías de la región deberían cambiar su modelo de especialización. En ese terreno, se ha avanzado muy levemente”, consideró el profesor de Economía de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y de la Universidad Torcuato Di Tella.

Por su parte, Bouzas estima que hoy hay menos espacios para políticas anticíclicas que permitan capear la ralentización de la economía. “Tanto desde el punto de vista fiscal como externo la posición de la mayoría de los países de la región es hoy más frágil. Los fondos anticíclicos como los que mantiene Chile pueden ser una ayuda, pero incluso en ese país el crecimiento se desaceleró significativamente el año pasado”, sostuvo.

¿Ajuste? Para el BID, las proyecciones para la segunda parte de esta década muestran lenta recuperación, que difiere con “las tasas de crecimiento experimentadas en el período anterior a la crisis financiera global”. Para salir de ese “laberinto”, el organismo recomienda un “ajuste fiscal” y, al mismo tiempo, medidas que “protejan los importantes logros sociales de los últimos años” y que aumenten la productividad.

En los festejos por el 25 de mayo de 2013, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner lanzó un augurio ante una Plaza de Mayo colmada: “A esta década ganada queremos que le siga otra más”. Más allá del destino político del oficialismo, las previsiones económicas frustran el deseo de CFK y anuncian que,  no sólo Argentina, sino toda América Latina atravesará un decenio marcado por el bajo crecimiento y por el fantasma de la recesión.

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