Clarín desembarca en el negocio de la videoseguridad

A través de la red de FiberCorp, la empresa de internet para empresas, ya empezó a ofrecer el servicio de cámaras de monitoreo a municipios.

Redacción Fortuna

Por Jairo Straccia (*)

Si el Gobierno instaló el ‘Clarín miente’ como un eslógan que resume su enfrentamiento con el mayor grupo de medios de comunicación de la Argentina, ahora podría nacer el ‘Clarín vigilante’, aunque como consecuencia de la expansión de los negocios del holding.

A través de su empresa de servicio de internet para empresas, FiberCorp, Clarín acaba de desembarcar en el promisorio negocio de la videoseguridad urbana. Es decir, en la provisión de cámaras y software de monitoreo para municipios que buscan mostrar “gestión” contra el delito.

La semana pasada FiberCorp fue elegida por el municipio de Villa Allende, en Córdoba, para prestar ese servicio. El proyecto implicó la instalación de ochenta cámaras digitales, de las cuales 64 son fijas y 16 son domos (cámaras que giran en 360°). “Es una oportunidad de negocios muy importante, y por otro lado, en función de nuestros atributos, como la red de fibra óptica, no nos resulta difícil armar este tipo de soluciones”, explicó a PERFIL Jorge Espicco, jefe de ventas para el interior y grandes clientes de FiberCorp.

En la actualidad ya hay unas 600 cámaras de seguridad de FiberCorp en todo el país, porque si bien Villa Allende es el primer municipio con el que trabajan, ya venían ofreciendo el servicio hace unos meses a pequeñas y medianas empresas. “Esperamos sumar cinco municipios más en el año”, dice Espicco. Apuntan a las provincias de Buenos Aires y a Santa Fe, además de Córdoba.

Se trata del desembarco de un gigante de los medios y las comunicaciones en un negocio como el de la videovigilancia que en la Argentina está en expansión desde hace unos cinco años, aproximadamente, y en el mundo lleva más de una década de desarrollo (ver aparte). Clarín competirá en un mercado dominado por Global View, del ex montonero Mario Montoto, que se asoció en 2012 a la japonesa NEC, pero donde también pesa Telefónica y otras compañías específicas del mundo de la seguridad.

¿Pueden aparecer algún día imágenes de delitos en Villa Allende en las pantallas de Todo Noticias, la señal de TV del Grupo Clarín? No, asegura Espicco. “No tenemos acceso al material, no están alojadas en nuestra empresa, sino que las imágenes las maneja el municipio”, subraya el ejecutivo.

El Grupo Clarín se convirtió, desde 2008, en el principal adversario político del gobierno de Cristina Kirchner. Luego de un vínculo amable en el mandato de Néstor Kirchner, su sucesora se enfrentó al holding, le quitó el negocio del fútbol y se sancionó la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que lo obligaba a desinvertir parte de sus compañías, algo que aún no ha ocurrido por trabas en la Justicia.

Cerca del final del mandato de la Presidenta, y con la expectativa de un próximo presidente que ralentice cualquier medida “anti-Clarín”, el multimedios apuesta a sumar nuevas unidades de negocio como la seguridad urbana, en medio de una campaña donde todos los precandidatos asoman como posibles clientes de una empresa que les ofrezca soluciones tecnológicas para ese tema.

Mercado en expansión

El precandidato del Frente Renovador, Sergio Massa, hizo de las cámaras de seguridad de Tigre un sello de campaña. Mauricio Macri, el candidato del PRO, no le va en saga y suma también ese sistema en la Ciudad de Buenos Aires. Daniel Scioli, del Frente para la Victoria, también hace pie en el discurso de la seguridad. “Cualquiera sea el gobernante que llegue, el mercado de la videovigilancia va a tener recorrido, porque es un fenómeno mundial”, dice Eduardo Kbal, director de USS Seguridad Integral. Según él, la Argentina está “subdesarrollada” en ese tema, incluso respecto de Brasil y México.

Según Max Saguier, experto en seguridad, se trata de una tendencia irreversible por cuestiones de eficiencia y costos para compañías y municipios: “Una empresa que gasta cien mil pesos en seguridad con vigiladores, con tecnología puede reducir un 20% ese presupuesto y al mismo tiempo duplicar la efectividad”. La seguridad electrónica, que incluye las cámaras, mueve unos US$ 13 mil millones en el mundo, y crece al 10% anual. En nuestro país, el negocio trepa a los US$ 500 millones, y tienta cada vez más jugadores.

(*) Este artículo fue publicado en la edición 981 de Diario Perfil.

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