Perelmiter, el obsesivo del equilibrio fiscal en el que Scioli tiene más confianza

Fóbico a hablar en público, será clave en una eventual administración sciolista. Su vínculo familiar desde hace tres décadas lo pone por encima de Bein y Blejer. Recibe empresarios. Trabaja en eventuales medidas.

Redacción Fortuna

Por Jairo Straccia (*)

“Si el sciolismo fuera una empresa, Rafael Perelmiter sería su gerente de finanzas, su CFO”. Más allá de los asesores económicos estrella, como Miguel Bein o Mario Blejer, “el Rafa” es el verdadero cerebro económico del candidato a presidente del oficialismo, Daniel Scioli. Desde que fue ungido como el postulante oficial junto a Carlos Zannini, todo su equipo empezó a ser mirado con otros ojos. Y Perelmiter es el más observado.

Nacido en Basavilbaso, provincia de Buenos Aires, este contador familiero que veranea todos los años en La Lucila conoce al gobernador desde hace tres décadas: fue el administrador de la ya mítica cadena de electrodomésticos Casa Scioli. Desde entonces ha acompañado al ex motonauta en todos los puestos que ocupó, aunque nunca abandonó su bajo perfil. Sólo salió a la superficie cuando fue ministro de Economía de la Provincia en 2008. Pero al poco tiempo pidió bajarse, y pasó primero a la agencia de recaudación (ARBA) y hoy opera como director en el Banco Provincia de Buenos Aires.

Tiene fobia a hablar en público, y eso es lo que hará que seguramente en un eventual gobierno sciolista no ocupe ningún cargo. Pero su influencia es inversamente proporcional a su visibilidad. El 12 de julio cumple 61 años y, si bien fuma mucho, está físicamente pleno y activo. Le gusta la política, y de joven militó en el Partido Comunista, aunque la vida lo llevó luego por otros caminos.

Integra la mesa ínfima de hombres de confianza de Scioli, junto al jefe de Gabinete, Alberto Pérez. Pero su vínculo es personal. Más allá del respeto intelectual que Scioli le tiene (lo considera una persona “a la que nadie contradice”), es de los pocos miembros de su gabinete con acceso a Villa La Ñata, y atención: “Cuando se trata de números, Scioli le tiene confianza ciega”. Con ese plafón, desde el año pasado Perelmiter viene recibiendo en el piso 19 del Bapro, donde trabaja, a técnicos de distintos espacios. “Los escucha a todos”, aseguran. Pero él está enfocado en manejar el presupuesto. “Es el artífice del ordenamiento fiscal de la Provincia, es un fiscalista”, aseguran quienes lo trataron. Con la crisis de los aguinaldos en 2012, cuando la Nación retaceó fondos al mayor distrito del país, hizo gala de su cintura como “experto en restricción presupuestaria”. Sin poder emitir nueva deuda, diseñó, siempre desde las sombras, la suba de ciertos impuestos que le permitieron a la gobernación sortear apuros. En 2008 llegó a armarle a Scioli un plan para mediar en el conflicto del Gobierno con el campo, pero fue rechazado por Cristina, según cuentan Pablo Ibáñez y Walter Schmidt en Scioli secreto.

En las últimas semanas comenzó a interiorizarse en el funcionamiento de la administración nacional, en especial en la burocracia detrás de las atribuciones de la jefatura de gabinete de ministros.

¿Cree que hay que devaluar? Nadie lo sabe. Pero quienes vienen hablando con él dicen que tiene guardadas probables medidas bajo siete llaves. Algo del ideario Perelmiter se puede resumir a continuación:

◆ Como Bein, comparte la idea de que el gasto público debe crecer a un menor ritmo de lo que lo hacen los ingresos.

◆ Considera clave el impulso económico que le dan a la actividad económica algunos sectores como la construcción. Ha soltado elogios al plan Pro.Cre.Ar, y lo seducen algunos números sobre un programa de créditos hipotecarios que se esbozó en el Estudio Bein.

◆ Coquetea también con la idea de un Consejo Económico Social. Empezaron a frecuentarlo algunos industriales históricos que dicen tener llegada a la Pastoral Social que encabeza Carlos Accaputo. Está en la etapa de recibir a todos, porque “todo suma”.

De hecho, Perelmiter empezó a acompañar a Scioli a encuentros con hombres de negocios y también, en las últimas semanas, con altos ejecutivos de medios. “Para que Scioli pueda hablar de números”, dicen en su entorno.

(*) Publicado en la edición impresa del Diario PERFIL.