Kicillof lleva a Tecnópolis su relato con ‘juegos antibuitres’

Por Agustín Ceruse | El Ministerio tiene su stand bajo el lema “El ascensor de la economía”, con la historia sobre la “segunda independencia”.

Redacción Fortuna

“Cada día más libres”. Este es el lema de “El Ascensor de la Economía”, el stand 23 que el Ministerio de Economía armó en Tecnópolis, la megamuestra de ciencia, tecnología, industria y arte que la presidenta Cristina Kirchner inauguró el jueves junto a su precandidato presidencial Daniel Scioli. Pensado para que los más chicos puedan aprender jugando el relato oficial sobre la segunda “independencia” nacional, la del “desendeudamiento”, tiene una antesala donde, justamente, los más jóvenes pueden divertirse con Fuera Buitres, un juego donde unos Angry Birds nacionales y populares “defienden a la patria de los fondos buitre”. Las municiones de las gomeras son unas pelotas con los logos del Procrear y Ahora 12, entre otras políticas gubernamentales. Luego, sí, la sala principal, donde el visitante puede viajar hasta 1976, el “período neoliberal” o simplemente “pasado”, por el que Argentina, “con la excusa de la revolución productiva contrajo una deuda impagable por la cual quedó en 2001 al borde del abismo”. Pero, gracias a Néstor Kirchner, el Ascensor de la Economía continúa viaje, primero, hasta “2003”, cuando el ex presidente le propuso a la sociedad un “país distinto”: valores que, decía, no pensaba dejar en la puerta de la Casa Rosada. Y el relator oficial del ascensor enumera: jubilaciones y pensiones, asignación universal por hijo y Progresar.

“Pero un día llegaron –continúa relatando como si de un cuento infantil se tratara– los fondos buitre. Argentina desea pagarle al cien por ciento de los acreedores, pero ellos quieren tirar abajo la mayor reestructuración de la historia”. Y enseguida se escucha la voz de la Presidenta: “Nosotros le pusimos nombre y apellido a la usura: buitres”. Y como todo cuento infantil, “2015: año de la soberanía económica” también tiene final feliz: “Gracias a Vaca Muerta, las represas hidroeléctricas y las centrales nucleares, el país logrará el autoabastecimiento energético, necesario para continuar creciendo”. Y “gracias a Aerolíneas Argentinas despegamos del pasado para volar al futuro”.

Enfrente se encuentra el puesto del Banco Central de la República Argentina. Diferente stand, misma idea: que los más chicos conozcan la historia y el funcionamiento del organismo, que este año cumple su 80º aniversario (1935-2015). Está dividido en cinco sectores: en Minibanco se enseña cómo operar en las cajas y los cajeros automáticos; en Teatro los actores improvisan pequeños números con temáticas financieras, como préstamos e inversiones; en Fotocroma, los jóvenes pueden sacarse fotos con fondos de pantalla alusivos a momentos históricos; en Billete, quien quiera puede llevarse uno de recuerdo con su cara impresa como si fuera un prócer; y en la Cabina Central el simulador invita al visitante a recorrer Tecnópolis y alrededores a través de una vista aérea que concluye en Reconquista 266, ciudad de Buenos Aires, donde se encuentra, justamente, el edificio del Banco Central.

Al finalizar el recorrido “económico” de Tecnópolis, mientras las familias deciden qué otros sectores conocer, por los parlantes de la calle 3 pueden escuchar, entre otras canciones, Huayno 14, de Bersuit Vergarabat, que Máximo Kirchner usa para musicalizar sus spots de campaña para ser diputado nacional por la provincia de Santa Cruz.

Nota publicada en la edición impresa del Diario Perfil.