Los bancos extranjeros dudan sobre seguir financiando al Banco Central

Por Paola Quain | Las casas matrices de las filiales locales analizan reducir los préstamos concedidos al BCRA a través de Lebacs. Esos bonos, sin embargo, explican sus ganancias del año.

Redacción Fortuna

La dinámica que el Banco Central puso en marcha para contener la inflación y la presión sobre el dólar comenzó a preocupar a las casas matrices de bancos de capital extranjero en la Argentina que hoy piden a sus filiares ser “más cautelosas” al momento de suscribir deuda emitida por la entidad que preside Alejandro Vanoli.

Para los directivos bancarios fuera del país, según pudo saber PERFIL de tres fuentes del sector, se encendió una señal de alerta en los últimos meses cuando se sobrepasó el nivel que, puertas adentro, dichos bancos se habían autoimpuesto como límite al momento de suscribir deuda del organismo. Los más conservadores esperaban en diciembre pasado no sobrepasar un nivel de Lebacs –deuda emitida por el Central– de 9% sobre su patrimonio, pero varios de ellos ya se encuentran bastantes puntos por arriba, llegando al 15%.

Las respuestas de los directivos en Buenos Aires apuntan a que aun esos porcentajes considerados elevados están por debajo del conjunto del sistema financiero, argumento que poco conforma a las centrales, que temen seguir aumentando su exposición “al riesgo del Banco Central”, cuyo balance muestra un fuerte deterioro.

La discusión, en todo caso, es el resultado de desequilibrios más profundos y de los esfuerzos de la entidad oficial para paliar las consecuencias de una fuerte emisión monetaria, ya que el objetivo de las letras del Banco Central es esterilizar (retirar) aquellos excedentes de pesos que se encuentran en poder de los bancos.

Para Diego Giacomini, economista jefe de Economía & Regiones, se trata de un esquema de larga data: “Hace años que el BCRA lleva a cabo una política monetaria excesivamente expansiva que desequilibra el mercado de dinero, generando un permanente exceso de pesos –que hoy alcanza el 5,1% del PBI medido con la vieja metodología–, que ocasiona inflación y desestimula el crédito”.

En ese marco, los privados no desean invertir y por lo tanto no demandan crédito, que crece a un menor ritmo que los depósitos. Así, “los bancos tienen liquidez creciente que no saben dónde colocar: y es entonces cuando aparece el mercado de Lebacs que se autocrea con la emisión monetaria desbordante”.

A través de las Letras, el BCRA ajusta la cantidad de dinero y su precio –la tasa de interés– y retira aquella porción de dinero que fue creada pero no fue demandada por el público. Los bancos captan depósitos por los que pagan 24% –según las regulaciones– y suscriben Lebacs que les pagan una tasa de 28% aproximadamente. Así hacen ganancias que explican por qué hasta ahora toleran ese “riesgo Central”.

Andrés Méndez, director de AMF Economía, explicó que este mecanismo cobró una especial relevancia tras el fuerte crecimiento de las Letras y Notas registrado en 2014 (132% con respecto a 2013). En 2015, si bien la colocación de estos instrumentos se desaceleró, sigue siendo elevada, 75% más alta, agregó el especialista.

“Hace dos años, las Lebacs representaban alrededor del 18% de la liquidez del sistema financiero, hoy en día son el 23%”, resaltó Giacomini, aunque no considera que fuera un problema. Los bancos extranjeros no temen un BCRA en default, pero sí que eventualmente decidan pagarles las Lebacs con bonos.

De acuerdo con el análisis de LCG Consultores, el déficit operativo de la entidad se multiplicó en 2014 casi por cuatro con respecto a 2013. “El principal factor que explica este deterioro es el incremento del costo por la esterilización de la base monetaria a través de Lebacs que aumentó 185% en 2014: se pagó un total de $ 42.200 millones en intereses”, dice un reciente estudio que agrega: “La tasa de interés aumentó 8 puntos porcentuales al pasar del 16% al 24%, y el stock se incrementó 81%”.

Publicada en la edición impresa del diario PERFIL