“Scioli nos copió”, dice el creador de la tarjeta de crédito ‘buena onda’

Por Jairo Straccia | David Ruda es el fundador de la empresa que hoy tiene 8 millones de clientes en toda la Argentina.

Redacción Fortuna

En los 60, David Ruda era profesor de Educación Física en Córdoba Capital. Puso una casa de ropa deportiva y abrió cuentas corrientes para financiar a los clientes.

A cada comprador le entregaba una tarjeta color naranja. En 1985 nació, entonces, la empresa Tarjeta Naranja, que hoy tiene 8 millones de tarjetas de crédito en toda la Argentina (segundos después de Visa) y pertenece en 80% al Banco Galicia (el otro 20% lo conservan las familia Ruda y la de Gerardo Asrin, cofundador). Con su red de “comercios amigos”, facturó más de $ 42 mil millones en 2014.

Sin embargo, el capital simbólico que pretende mostrar la firma es una “cultura organizacional” por la que “en cada sucursal se abrace a los clientes, desde la emoción”, cuentan sus voceros. No es broma: este año se entregarán, con ese mismo fin, unos 46 millones de caramelos Lheritier a quienes se acerquen al mostrador.

Vender “buena onda” y encima en una corporación cuya imagen es el naranja pareciera parte de la campaña del candidato oficialista Daniel Scioli, pero no: “Scioli nos copió, fue lo primero que pensé”, dice Ruda en diálogo con PERFIL tras inaugurar un megaedificio con paneles naranjas.

—Toman dinero al 30% y lo prestan al 50%. ¿Los abrazos no son falso marketing?

—Se puede caer en falso marketing si se hace falsamente. Si se hace en forma sincera, no. Yo soy antibanco. El bancario es educado con sus amigos, pero parece un empleado público de mal humor si está a disgusto. Nosotros hacemos lo mismo que los bancos, pero somos amigables porque somos así.

—Es fácil ser amigable si todos los años las cosas van bien. ¿Se puede mantener ese trato en tiempos de crisis?

—Nos pasó en 2002. El dólar pasó de 1 a 4 y pasamos a deber cuatro veces más, mientras cobrábamos cuatro veces menos. Propusimos devolver la deuda a diez años, depositando diariamente el 30% de nuestra facturación. En tres años pagamos la deuda.

Con 78 años, 52 de casado y tres hijos, Ruda se ha convertido en un extraño gurú para emprendedores, capaz de pedir a un auditorio, antes de hablar, que todos “se abracen con quien tienen al lado”. Además, hace quince años que su empresa distribuye utilidades con los empleados.

—Da la impresión de que los candidatos como Scioli o Mauricio Macri transmiten también el mensaje positivo, con “fe” o con globos. ¿Les cree?

—Nadie puede creer una cosa así. Eso no se vende enlatado ni en publicidad. Hay que demostrarlo si soy un buen tipo. Las historias pesan mucho.

—¿Por qué eligió el naranja?

—Lo elegimos de un libro de los colores. Es mezcla de amarillo, que es celos, y rojo, que es pasión. Es optimismo, fuerza de voluntad.

Nota publicada en la edición impresa del Diario PERFIL.

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