El petróleo se paga en el país casi el doble que en el mundo

Por Jairo Straccia / Nicolás Gandini| Las petroleras reciben hasta US$ 77 por barril, pero en Estados Unidos se paga US$ 40. Por ese motivo, la nafta cuesta más cara.

Redacción Fortuna

Para las petroleras, en este momento la Argentina es Disneylandia. Porque mientras en todo el mundo las compañías sufren a medida que cae el precio del barril de crudo –el viernes orilló US$ 40 en Estados Unidos–, en nuestro país el precio interno es casi el doble.

Tal situación, por un lado, sostiene con alambre los ingresos de las compañías, las provincias, los trabajadores y el Estado, que evitan un ajuste en puestos de trabajo e ingresos, pero lo hacen en parte gracias a un subsidio cruzado que pagan los consumidores cuando llenan el tanque. Al mismo tiempo, según críticos, tal brecha entre el precio local y el externo puede desincentivar inversiones, porque como pasó durante años cuando el crudo costó cerca de US$ 100 el barril, aquí también se pagaba menos.

A raíz del acuerdo impulsado por el Gobierno a fines de 2014 para mantener los niveles de inversión en el país, se estableció que se reconocería un precio interno discrecional del crudo, que oscila entre los US$ 63 y los US$ 77 el barril, en función de su calidad (Medanito, en Neuquén, o Escalante, en Chubut). Además, el Gobierno accedió a subsidiar de forma directa a las petroleras que exportan crudo con un incentivo de hasta U$S 6 por barril exportado.

En EE.UU., la cotización del WTI –el valor del crudo producido en Texas– cayó hasta los US$ 40,65 el viernes como resultado de menores compras de Europa y China, que crecen menos.

En una reunión que se realizará el 6 de septiembre en Neuquén, los gobernadores petroleros le plantearán al candidato oficialista, Daniel Scioli, que si gana siga con la política de precios diferenciales para los hidrocarburos que se producen localmente. Esa es una de las principales variables que deberá despejar el próximo presidente en materia energética. ¿Continuará avalando la política de subsidio indirecto a los productores de crudo a cuenta de los consumidores de combustibles que pagan precios altos por las naftas en surtidores? ¿O buscará recuperar una paridad con los precios de importación?

“Así como en el pasado hubo un subsidio de empresas y Estado a petroleras con precios más bajos de lo que convenía, ahora es al revés: el consumidor está subsidiando la oferta, que son las compañías petroleras, los trabajadores del sector petrolero, con su empleo y nivel de ingresos, y las regalías provinciales e impuestos nacionales”, señaló a PERFIL Juan José Aranguren, ex Shell, que hoy trabaja en el PRO. En el sciolismo, el tema lo sigue, entre otros, Franco Laporta, actual secretario de Servicios Públicos, mientras que cerca de Sergio Massa el encargado de mirar qué hacer con esos valores es Ricardo Delgado, que encabeza el equipo de infraestructura. El dilema incluye un desafío más: la nafta no sigue sólo el precio internacional del crudo. También se mueve según el precio del dólar, enigma central de la próxima administración, en un país con reservas escasas en el Banco Central.