Preocupa a la industria que Brasil termine con el ‘made in Argentina’

Por Patricia Valli | La devaluación del real ya llega al 70% en doce meses y el tipo de cambio bilateral está en el peor momento desde 2001. “Puede ser la nueva China”, advierten sobre la posible invasión al mercado local.

Redacción Fortuna

Brasil eligió el shock, y la industria local mira con recelo no sólo por la caída de su mercado interno, sino porque la devaluación del real, que esta semana llegó a cuatro unidades por dólar, le permitió ganar competitividad y la posibilidad de redirigir sus productos hacia el mercado local.

Por esa combinación, en lo que va del año, las exportaciones al país vecino cayeron 23% en general y 26% en el caso de los bienes industriales, y los empresarios locales advierten que todavía no se ve el fin de la crisis. El riesgo de que a Brasil le sigan bajando la calificación sigue latente, lo que podría implicar una mayor devaluación. En algunas estimaciones privadas, hasta se cuenta un dólar a cinco reales hacia fin de año.

Con el peso que se devaluó 10% frente al dólar, por debajo de la inflación, el 50% de devaluación del real en lo que va del año –o el 70% en los últimos doce meses– llevó el tipo de cambio bilateral a niveles que no se veían desde 2001.

“No sabemos cómo va a terminar”, reconoció el metalúrgico Juan Carlos Lascurain, titular de Adimra y representante de uno de los sectores golpeados por la caída del sector automotor.

“El real se devalúa pero a veces se aprecia, es una de las pocas monedas en el mundo que a veces vuelve a un nivel anterior. No estamos seguros de que sea una tendencia. Pero con casi US$ 400 mil en reservas, no se entiende por qué (el Gobierno) no interviene”, señaló José Ignacio De Mendiguren, ex secretario de la UIA y diputado por el Frente Renovador.

Las reservas del Banco Central de Brasil equivalen a más de 21% del PBI. Pero esta semana el dólar llegó a cotizarse a 4,20 reales. Sólo sobre el final de la semana, la intervención del Gobierno hizo que se apreciara a 3,97 unidades.

“El Central dejó flotar la moneda en plena corrida cambiaria y la devaluación ya es superior al 70% interanual. Brasil eligió salir de su atraso cambiario, de magnitud similar al que actualmente ostenta Argentina, con un increíble shock devaluatorio”, explicó el economista de Econométrica, Ramiro Castiñeira. “Con ojos argentinos es difícil de entender la decisión de transitar el camino del shock que tomó Brasil, al tener la posibilidad de hacerlo algo más pausado ante tan importante stock de reservas. A diferencia de Brasil, Argentina suele vaciar el Banco Central con tal de no devaluar”, agregó.

Esto reflota el riesgo de que el socio mayor del Mercosur intente volcar su producción al mercado local. “El riesgo existe. China ahora está bajo control pero este cuadro puede hacer que Brasil se convierta en la nueva China”, señaló en cuanto a la necesidad de protección del mercado local el director ejecutivo de la Fundación ProTejer, Ariel Schale, representante de uno de los sectores sensibles, el textil, que además recordó que ya no hay acuerdos sectoriales por cupos con el país vecino, salvo en el caso del dénim, la tela de los jeans.

Y entre los sectores más afectados en el intercambio bilateral, además del automotor se encuentran plásticos, químicos, neumáticos pero también alimentos –carnes, lácteos, harinas– que se suman a los problemas de las economías regionales que “llegan a diciembre en etapa terminal”, según el titular de la Copal, la coordinadora que agrupa a las alimentarias, Daniel Funes de Rioja.

“Este año tuvimos problemas además en el complejo frutihortícola, en autos, recorre todos los sectores”, apuntó el abogado de la UIA.

Mercados protegidos. La pérdida de competitividad alcanza además a los sectores protegidos de la competencia externa. Tanto la Argentina como Brasil tienen zonas especiales (Tierra del Fuego y Manaos) para el armado o fabricación de electrónicos. Con el mercado local blindado a las importaciones, los precios en estas categorías crecieron mucho más que los de Brasil, lo que aumenta los costos de acceso a la tecnología.

Así, mientras los precios de celulares, tablets y consolas de juegos en promedio son 46% más caros en Brasil que en los Estados Unidos, en la Argentina cuestan 201% más. “Hoy queda clara una mayor competitividad de precios de Brasil a nivel internacional”, explicó Pablo Frutos, Business Intelligence Manager de IntegraGo. “Son muchos los factores que explican la diferencia. No se resuelve con una devaluación”, agregó.

La UIA, con discurso a favor de las pymes

En la nueva cúpula de la Unión Industrial Argentina (UIA) dominan las grandes (Arcor, Copal, la coordinadora las alimentarias, y Techint en los tres primeros lugares), aunque el mensaje que busca transmitir el flamante presidente, Adrián Kaufmann, es el de una entidad que integra a las pymes. Así, su primera aparición oficial al frente de la entidad fue el jueves en ProTextil, un sector donde hay una mayor penetración de pequeñas y medianas empresas. “El 70% del entramado industrial está formado por pymes, de ahí su importancia”, aseguró a PERFIL durante la conferencia textil.

Alberto Sellaro, empresario del sector y vocal de la UIA, gestionó la presencia de la central fabril en el encuentro que tuvo a Daniel Scioli como único candidato a presidente que aceptó el convite.

Dos días antes, con el dólar en Brasil sobre la barrera de los 4 reales, había recordado que el 60% de los productos con valor agregado brasileño tiene como mercado a la Argentina, una advertencia sobre los riesgos para el mercado interno para el sector industrial local. “La recesión con inflación en Brasil hace acordar a la Argentina de los 80”, analizó Kaufmann, que evitó hablar de una devaluación para recomponer competitividad y aseguró que no hay medidas únicas. Así, insistió con el plan de 19 puntos que la UIA presentó a los candidatos para recomponer la actividad.

Nota publicada en  la edición impresa del Diario PERFIL.

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