El oficialismo aprobó la iniciativa con 39 votos a favor y 28 en rechazo. Además prorrogó la ley de Emergencia económica y el impuesto al cheque.
El Senado sancionó, con los votos del kirchnerismo y sus aliados, la ley de Presupuesto Nacional para el período 2016, con el que deberá gobernar el presidente que resulte electo del ballottage del próximo 22 de noviembre. También aprobaron las prórrogas de la Emergencia Económica y del impuesto al cheque.
El Presupuesto prevé una inflación del 14,5 por ciento, un dólar oficial a promedio de 10,60 pesos, que subirá a 11,20 pesos en diciembre del año próximo y un incremento del PBI en torno al 3 por ciento. La iniciativa contempla gastos corrientes de 1.569.412.091.951 pesos y recursos por 1,471 billón de pesos.
La iniciativa fue aprobada por el oficialismo con 39 votos a favor y obtuvo 28 votos de rechazo de los bloques opositores, entre ellos los que integran la alianza Cambiemos como el PRO (ninguno de sus integrantes opinó sobre la propuesta), la UCR y la Coalición Cívica-ARI por 28 negativos. Al inicio de la sesión, el presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, el kirchnerista Juan Manuel Abal Medina, defendió la estimación de gastos y recursos elaborada por el Ejecutivo, al señalar que la propuesta "refleja las prioridades y las acciones del gobierno nacional", dijo que tiene "consistencia", mantiene al país en la lógica del "desendeudamiento" y plantea una "progresividad tributaria".
"El gasto total se ubica en torno a los 25 puntos del producto bruto interno", señaló Abal Medina, al tiempo que exhortó a la oposición a respaldar el presupuesto, al indicar que "todos deberían acompañar. El bienestar del pueblo es el objetivo principal".
Mientras, el presidente del bloque del Frente para la Victoria, Miguel Pichetto, replicó que "este no es un presupuesto para un candidato, es el presupuesto para el país, aunque estamos confiados de que Daniel Scioli va a ser presidente de la Nación", al responder las críticas de opositoras y destacó que, si el oficialismo no hubiera tratado el tema, se lo hubiese acusado de dejar el próximo gobierno sin una estimación de gastos y recursos.
Antes, el radical y electo gobernador de Jujuy Gerardo Morales había considerado "oportuno tratar este tema una vez que haya una definición (electoral) y haya un nuevo presidente" y apuntó: "Va a haber un cambio de gobierno. Viene otro presidente que seguramente tendrá una composición, una concepción ideológica en determinados temas que pueden ser diferentes" a las planteadas en el presupuesto.
"Estamos ante el presupuesto exacto de la república neoliberal que inauguró Menem liquidando el patrimonio público", sentenció el senador por Proyecto Sur Fernando Solanas y sostuvo que "no es verdad que la Argentina no tenga recursos para invertir en infraestructura. Este gobierno que termina su ciclo no tuvo el coraje de recuperar las rentas del patrimonio argentino que desde los años '90 quedaron en manos extranjeras". Con Solanas y Odarda coincidieron sus pares del GEN Jaime Linares y el socialista Rubén Giustiniani.
Adolfo Rodríguez Saá rechazó la normativa oficialista, planteó que "la desigualdad en la Argentina existe, más allá de que se diga lo contrario" y reclamó, antes de aprobarla, se debería "saber cuál es el rumbo" que tomará el país, dado que un nuevo gobierno puede tener ideas diferentes a las que en definitiva se propone en la ley de leyes.
