Ariel Sigal, cercano a Miguel Kiguel y a Alfonso Prat-Gay, ya habría aceptado liderar negociaciones con inversores y buitres.
Por Paola Quain
El armado de los cuadros técnicos de Mauricio Macri cobró un nuevo impulso después de los resultados del pasado domingo, y los nombres de quienes integrarían el equipo financiero comienzan a circular en las altas esferas de la City. Pese a que la palabra final la tendrá quien ocupe el Palacio de Hacienda, la Secretaría de Finanzas ya tiene un candidato: Ariel Sigal, un ex directivo de JP Morgan y el Deutsche Bank que estuvo al frente de la mesa de operaciones de la entidad alemana y a quien el líder del PRO espera tener como compañero de gira para recaudar fondos.
Se trata de un hombre con buenos vínculos en el sector privado, especialmente con la banca internacional.
En sus años como referente de la entidad que esta semana tomó la decisión de retirarse de los países de la región, incluyendo la Argentina, Sigal mantuvo un buen diálogo con las autoridades de organismos públicos y participó en emisiones de deuda de empresas como YPF. Desde 2007, una vez fuera de Deutsche Bank, Sigal continuó su actividad privada en los negocios inmobiliarios, donde tiene buena parte de sus inversiones.
Sigal también fue titular de la Fundación Tzedaka de la comunidad judía, que hoy preside Damián Mindlin, abocada a la ayuda social y donde el economista Miguel Kiguel actúa como protesorero. Kiguel es justamente uno de los hombres más activos en el reclutamiento para las filas de Cambiemos.
Otro nombre con un peso importante dentro del equipo financiero y de buen diálogo con Kiguel es Pablo Guidotti, actual profesor plenario de la Escuela de Gobierno de la Universidad Di Tella. Egresado de la Universidad de Chicago, fue economista en el Departamento Europeo del Fondo Monetario Internacional entre 1987 y 1988, director del Banco Central desde 1994 y vicepresidente de la entidad en 1996, secretario de Hacienda de la Nación y viceministro de Roque Fernández desde 1996 a 1999. También se desempeñó como profesor en la Universidad del CEMA y la Di Tella, en la que aún trabaja.
Sigal y Guidotti coinciden en su amistad con Kiguel y en su buena relación con Alfonso Prat-Gay, que suena como ministro o jefe del Central, pero que sin dudas es de los referentes de más peso cerca de Macri. Al mismo tiempo, Sigal es señalado como una persona de diálogo y buena llegada al sector privado, pero con poca experiencia en colocaciones de deuda soberana, una de las tareas que en caso de llegar al poder resulta crucial para el equipo macrista. Su pasado está estrictamente ligado a la actividad privada.
En cambio, Guidotti no tuvo participación en restructuraciones de deuda, si bien tiene publicaciones sobre el tema, pero sus vínculos con el Banco Mundial y su buena llegada a los organismos multilaterales de crédito tientan al macrismo, que lo sumó a sus filas. Sin embargo, el plantel diagramado por Kiguel y el PRO para empezar a trabajar todavía tiene el desafío de ganar el 22 de noviembre en las urnas.
(*) Publicado en la edición impresa del Diario PERFIL.
