Poca gente y luces apagadas en la mudanza que arrancó en Economía

Por Luis Di Lorenzo | El panorama de salida parece que se aceleró muy fuertemente en las últimas horas en diversas oficinas públicas.

Redacción Fortuna

El panorama de salida parece que se aceleró muy fuertemente en las últimas horas en diversas oficinas públicas. El caso más elocuente es el del Palacio de Hacienda, donde conviven hasta el momento los ministerios de Economía y de Planificación.

La escena de las últimas horas en esos ministerios fue similar. Poco movimiento, menor cantidad de empleados que la que se venía observando habitualmente, y hasta algunas oficinas con la luz apagada o con el mínimo de iluminación.

Así transcurre la transición en el edificio de Economía, donde se pudo constatar que el intenso movimiento de automóviles por la entrada de Paseo Colón ha quedado reducido a una mínima cantidad de vehículos que ingresan y salen del edificio. Y sí se ven empleados de empresas de mudanzas que retiran documentación en cajas y canastos para tal fin.

En muchas oficinas se vienen acumulando carpetas y carpetas. En algunas oficinas, incluso, ya se percibe el desalojo de algunos funcionarios, porque se observa acumulación de papeles y pertenencias en canastos.

Uno de los principales colaboradores del ministro saliente Axel Kicillof admitió que esperan que en la próxima semana haya alguna reunión con los funcionarios que asumirán en el nuevo gobierno.

“Hasta ahora no nos hemos reunido. En realidad, ellos (por los funcionarios del gobierno electo) no han demostrado mucho interés, al menos hasta ahora, de reunirnos para realizar diversos trabajos del traspaso de gobierno”, apuntó el secretario, íntimo colaborador de Kicillof.

De todas maneras se espera que tras el encuentro que mantuvo el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, con su sucesor, Marcos Peña, a partir del próximo lunes habría reuniones entre los equipos técnicos.

Claro que se percibe un clima de tensión y resistencia, dadas las grandes diferencias ideológicas y de gestión que existen entre los funcionarios salientes y entrantes.

Ellos hablan de que los números no son los reales. Desconfían de los números fiscales, de las reservas, de las cuentas nacionales, y bueno, así es muy difícil poder coordinar los trabajos que se deben realizar en el traspaso”, agregó el mismo funcionario de Kicillof.

Hay, además, algunos aspectos que ya se perciben y que los nuevos integrantes del gabinete deberán enfrentar: la rebeldía de muchos empleados que son militantes.

En los pasillos del Palacio de Hacienda se advierten dos efectos: aquellos empleados que están con miedo de su futuro laboral, y otros que hablan de “resistir”, “de oponerse a la avanzada de la derecha neoliberal”.

Nota publicada en la edición impresa del Diario Perfil N°1049

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