Juan Carlos Abril, presidente del Instituto Interamericano de Estadísticas, también declaró que “ocho meses luce suficiente” para que se vuelva a publicar al índice de inflación.
Poner en orden al Indec es “una tarea titánica”. Lo admite el tucumano Juan Carlos Abril, presidente del Instituto Interamericano de Estadísticas, quien cree que recuperar mediciones transparentes para 2017 es posible, pero considera que generar confianza requerirá de 8 a 10 años.
—¿Considera idóneo la estimación del Indec que tardaría ocho meses en publicar nuevamente la inflación?
—Ocho meses luce insuficiente. Un año sería razonable. Los índices necesitan bases de referencia –muestras de consumo de familias que deben abarcar todas las estaciones–, y la más reciente se remonta a la Encuesta de Consumo de Hogares del año 2004. La directora técnica del Indec, Graciela Bevacqua, participó en la construcción en esa medición y podría recuperarla.
—¿Cuál sería el siguiente paso?
—El empalme, que no es tan difícil como hicieron creer en una época. Si la última medición responsable fue en diciembre de 2006 –antes de la intervención– y de golpe se dice que la inflación es, por ejemplo, de 60%, causará un impacto traumático en la población, porque sería un salto abrupto. Hay que mostrar una evolución porque hay sensibilidad con los precios.
En el entretiempo, no se podrá garantizar la correcta asignación de recursos por parte del Estado. Quien desee invertir tampoco sabrá dónde, cuándo, en qué cantidad o de qué forma hacerlo, porque se desconoce la capacidad real de compra del consumidor. ¿La consecuencia? Se estancará el empleo.
—¿Surgirán daños colaterales al restablecer las estadísticas oficiales de los últimos años?
—Buena parte de la deuda interna se ajusta con los índices de precios al consumidor, pero como no eran reales se engañaba a los acreedores al reconocer un monto menor al verdadero. Si empiezan a demandar todo ese dinero perdido, el Ejecutivo se verá en grandes aprietos. Sería la segunda parte de la película del default.
