Con una vieja ley, el Gobierno subsidia la exportación petrolera

Por Nicolás Gandini | Se trata de la 23.018, publicada el 28 de noviembre de 1983 -al final de la última dictadura militar-cuya aplicación fue suspendida en abril de 2003.

Redacción Fortuna

El Gobierno otorgó esta semana un segundo subsidio a la exportación de petróleo, toda una rareza incluso entre economistas heterodoxos. De esta forma, la producción y venta al exterior de hidrocarburos terminará de recibir unos $ 3.500 millones en todo el año.

A principios de año, el Ministerio de Energía, que dirige Juan José Aranguren, accedió a subvencionar los productores de crudo de Chubut y Santa Cruz mediante el pago del equivalente a 10 dólares adicionales por cada barril despachado al exterior.

La iniciativa apuntó a subsanar en parte el impacto del derrumbe del

precio internacional del crudo –que llegó a cotizar por debajo de los 30 dólares en febrero–, a fin de mantener el nivel de inversión (y puestos de trabajo) en los yacimientos patagónicos. Esta semana se dio un paso más en esa dirección: con una decisión sorpresiva, la Casa Rosada decidió beneficiar a las petroleras con un reembolso previsto por la Ley 23.018, que contempla un reintegro a las empresas que exporten bienes “originarios” desde puertos patagónicos. En rigor, los ubicados al sur del río Colorado.

El entramado de la medida es por demás curioso. La Ley 23.018 fue publicada el 28 de noviembre de 1983, al final de la última dictadura militar, pero su aplicación fue suspendida en abril de 2003, casi al cierre del gobierno de Eduardo Duhalde. Permaneció en desuso por más de 12 años hasta que en noviembre del año pasado, ya en retirada, Cristina Fernández de Kirchner la puso nuevamente en funciones.

Un mes más tarde, en la antesala del cambio de gobierno, tres de las principales petroleras del país –Pan American Energy (PAE), de la británica BP, la china Cnooc y la familia Bulgheroni; Tecpetrol, brazo petrolero de Techint; y Sipetrol, filial de la estatal chilena Enap– iniciaron los trámites para cobrar el reintegro por el crudo que venden desde Comodoro Rivadavia. Eran pocos los que apostaban por su éxito. Sobre todo porque, en su artículo sexto, la norma aclara que “quedan excluidas del beneficio establecido en la presente ley las exportaciones de mercaderías elaboradas por empresas que gocen de cualquier incentivo arancelario a las exportaciones en virtud de regímenes promocionales particulares”. Como las petroleras antes nombradas –a las que podrían sumarse

otras como YPF y Sinopec– ya reciben el subsidio de 10 dólares por barril exportado implementado en enero, la exclusión estaría justificada.

Sin embargo, esta semana el Gobierno firmó un acuerdo con las petroleras que reconoce el derecho de las compañías a recibir el beneficio adeudado desde noviembre. Cerca del ministro de Energía, Juan José Aranguren explican que se trata de un reintegro y no de un subsidio, que oscila en los puertos patagónicos entre el 9% y el 12% del precio de venta del petróleo en función del puerto utilizado. Si se toma en cuenta que el Brent (cotización de referencia internacional) cerró ayer a 43 dólares, las petroleras cobrarán cerca de US$ 3,50 por barril despachado desde Chubut (8% del importe). En total, serán alrededor de US$ 100 millones en el año, según cálculos privados. Se suman a otros 150 millones que percibirán por el subsidio otorgado en enero (US$ 7,50 saldrán del Tesoro nacional y US$ 2,50 los aportará la gobernación de Mario Das Neves).

Nota publicada en la edición impresa del Diario PERFIL.

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