Sturzenegger se alinea a Prat-Gay y pronosticó que habrá una baja en las tasas de interés

El jefe del Central lo confirmó al presentar el programa monetario. Si los precios ceden al 1,5% mensual, una tasa de 38% “luce alta”, dijo.

Redacción Fortuna

Por Paola Quain (*)

El debate público de las últimas dos semanas entre el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, y el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, sobre bajar la tasa de interés para reactivar la economía o mantenerla en el nivel actual hasta tanto la inflación muestre una clara tendencia a la baja parece estar terminando, según los anuncios hechos ayer en la presentación del plan de Política Monetaria 2016.

Sturzenegger insistió ayer en que “no se observarán cambios en la tasa hasta tanto no se registre una tendencia clara a la baja de la tasa de inflación”, pero esta vez incluyó en su presentación estimaciones de mercado de Consensus Economics que señalan un descenso hacia 1,5% de inflación mensual para septiembre.

Según el titular del BCRA, las tasas de interés en los próximos meses “tienen que acompañar el proceso descendente que se advierte del índice de inflación”. Sturzenegger acordó con Prat-Gay que si se cumple el pronóstico de inflación descendente, “una tasa del 38% luce un poco alta”. El lunes, el ministro había señalado que con una perspectiva de inflación del 17% para 2017 era impensado que el BCRA mantuviera las tasas 20 puntos por encima.

De esa forma, la urgencia en el Palacio de Hacienda por la alicaída actividad económica y la precaución del Central ante la suba de precios entran en un escenario de convergencia en los próximos meses. “No hay nada que reactive más la economía que una inflación baja”, subrayó Sturzenegger, que nuevamente sostuvo que el objetivo principal es “promover la estabilidad monetaria, que se logra induciendo una baja sistémica y sostenible de la tasa de inflación, llevándola a 5% en los próximos cuatro años”.

Aseguró que se trabajará para que la inflación sea lo más cercana posible al 25% interanual, fijada como meta por Prat-Gay al inicio de la gestión. También las expectativas de inflación para el próximo año serán otro punto importante para la entidad. Utilizar la tasa de interés de esta forma “alinea las expectativas y eso hace que la inflación baje”, justificó ayer el funcionario en su presentación, acompañado por su “mesa chica” en la entidad, con Damián Reidel, Lucas Llach y Mariano Flores Vidal.

Una vez superada la primera etapa de “corrección de dese-quilibrios” que se inició en diciembre y finalizó en marzo, en la transición debe primar la cautela: “Una golondrina no es primavera”, dijo Sturzenegger en referencia a la ansiedad por modificar la política de tasas, ya que una leve caída de la inflación no alcanza para que se realicen cambios.

Ante la ausencia momentánea de un índice nacional oficial, y recordando que las mediciones de Ciudad de Buenos Aires y San Luis muestran un impacto contrario de la quita de subsidios (mientras Capital registra un alza, el interior baja por no haber contado con los mismos beneficios), el presidente del Central explicó que 2016 es un año particular en el que se produce un reacomodamiento geográfico.

“Nos encontramos en una etapa de transición hacia las metas de inflación iniciada en marzo y que se extenderá hasta el inicio de septiembre, cuando se adoptará formalmente la meta de inflación con vista a 2017, y será recién en el arranque del próximo año, cuando se inicia el período bajo estas metas.

Por otra parte, de acuerdo con un ejercicio sobre el financiamiento del Tesoro que tiene un tope fijado para este año de $ 160 mil millones, de los que ya se transfirieron $ 40 mil millones, “serán absorbidos por una demanda de dinero que superará los $ 120 mil millones que restan, y los eventuales excedentes se podrán utilizar para cancelar Lebacs o comprar reservas”, dijo Sturzenegger. Asimismo, estimó que puede reducirse la dinámica ascendente del stock de Lebacs desde el stock promedio de $ 427 mil millones en marzo, y descartó que se coloque un bono para cancelar letras, porque “no hay necesidad económica de hacerlo”

También podrían comprarse reservas, que ayer terminaron en US$ 34.653 millones, por hasta US$ 6.200 millones con un stock proyectado de Lebacs que cerraría el año en $ 519 mil millones. Aun así, la recomposición de los dólares en las arcas de la entidad sería analizada para evitar más emisión, recordó.