La caída del consumo le pone un techo a los aumentos de precios

Por Patricia Valli | En supermercados y alimenticias aseguran que la menor demanda impide convalidar más subas. El dólar en baja y un mayor ingreso de importados, también contribuyen al descenso de la inflación.

Redacción Fortuna

Ante la caída del consumo, las empresas –en particular las de productos masivos– apuntan a mantener precios y esperan los primeros meses de “salarios nuevos” para ver en qué magnitud se recuperan las ventas. Si bien la baja del dólar no lleva a retrotraer los aumentos que se llevaron adelante con un “dólar a 16 pesos”, abarata importaciones y genera más competencia por precio en el mercado interno. Así, la desaceleración de la inflación llega producto de la recesión e incluso el gasto público, después de un fuerte freno en el primer cuatrimestre, prevé repuntar en mayo para darle aire a la actividad.

El índice de precios al consumidor tocó el 6,5% en la Ciudad en abril y otras mediciones como la de Elypsis la ubicaron en 7%, producto del aumento de las tarifas del transporte y otros servcios. El Gobierno espera que este mes se acomode en el 3,5%.

En el caso de alimentos, que son el último producto que deja de consumirse, las primeras marcas intentan frenar la pérdida de mercado frente a las opciones más baratas. “No tira al alza la demanda”, reconocen en una de las grandes empresas del sector, mientras que a nivel general, el titular de la Coordinadora de la Industria de Productos Alimenticios (Copal) Daniel Funes de Rioja, estima que la crisis “parecería haber llegado al piso” (ver aparte).

Quienes reconocen una “de-saceleración” del costo de la canasta básica señalan que en parte se produce por el reemplazo de los productos que más aumentaron. Así lo marca un análisis de Isepci que muestra caídas del 15% en las ventas de carne, 12% en verduras y 10% en productos de almacén, por ejemplo.

Importaciones. El ingreso de importados, que en algunos rubros llegaron hasta duplicar las compras del año pasado, limitan la posibilidad del traslado a precios. “Nos preocupa que el dólar se quede frente a la inflación que estamos viendo. Eso vuelve más competitivas a las importaciones”, explicó en representación de un sector de las pyme nacional el titular de la Cgera, Marcelo Fernández. La competencia por un mercado con menos demanda impactó en el sector pyme con una baja del 25% de los pedidos, según indicó Fernández.

“Estamos mirando con preocupación ciertas importaciones de Brasil. Algunas empresas alertaron por un aumento del volumen en conservas y carne de cerdo”, ejemplificó también el presidente de Copal.

Las empresas siguen sosteniendo que se realizó un ‘pass through’ completo y no tienen previsto ‘bajar’ precios a la caída en la cotización del dólar de las últimas semanas. De todas formas, intentan sostener precio para no perder mercado. La Serenísima anunció ayer una promoción de “Precios Congelados” para algunos de sus productos. “La idea es que sigan siendo accesibles y que llegue a la mesa de los argentinos más allá de la coyuntura”, explicaron desde la empresa. Tras una reunión en el Ministerio de Producción, el laboratorio Bayer firmó un acuerdo “voluntario” para no aumentar los precios de los medicamentos hasta el primero de agosto.

Pese a que en algunos sectores empezaron a llegar las primeras cuotas de las paritarias, el poder de compra del salario cayó en términos de los alimentos, de acuerdo con la consultora Ecolatina.

“El pescado, la cerveza, la docena de facturas, el paquete de fideos o la docena de empanadas son sólo algunos de los alimentos que crecieron por encima de la remuneración promedio. En la carne vacuna una vez decidida la apertura del cepo y el fin de las trabas a las importaciones tuvo incrementos importantes entre diciembre y enero, a punto tal de contraerse más de 7% en términos del salario”, detallaron, sin contar los aumentos de precios de abril que fueron los mayores de los últimos 14 años.

Frente al salario real de noviembre de 2015 (el más alto del año), en marzo los ingresos mostraron una caída cercana al 8%, según Ecolatina. En la comparación interanual, la contracción algo más acotada: 2,5% promedio durante el primer trimestre.

Nota publicada en la edición impresa del Diario PERFIL.

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