Por Santiago Spaltro | El flagelo caló hondo en el ámbito de los negocios y de aquellos que acompañaron hasta como militantes al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Las declaraciones del ex titular de la Unión Industrial Argentina (UIA) Héctor Méndez sobre el conocimiento de los empresarios de la corrupción en la obra pública, que se reveló como nunca con el caso de José López, calaron hondo en el ámbito de los negocios, y hasta los empresarios que acompañaron hasta como militantes al gobierno de Cristina Kirchner salieron a desmarcarse.
Raúl Zylbersztein, presidente de la Federación Económica de la Ciudad de Buenos Aires (Feciba) y dueño de la marroquinera Zylbersztein Hnos y uno de los hombres más cercanos al ex secretario de Comercio Guillermo Moreno, se mostró muy enojado porque “la corrupción detuvo el proceso de industrialización, o al menos lo complicó”. “Si bien no tengo relación con la obra pública, porque me dedico a otra cosa, nunca escuché sobre corrupción en los ámbitos en que me muevo. Pero si el gobierno anterior fue corrupto, no se puede decir que hizo absolutamente todo mal. Yo apoyé políticas, no personajes”, agregó Zylbersztein.
El presidente de la Confederación General Empresaria de la República Argentina (Cgera) Marcelo Fernández también se expresó sorprendido. “Como estamos en otro sector no sabíamos nada sobre lo que pasaba con la construcción. Hemos acompañado a la gestión anterior, pero si hubiésemos estado al tanto de estas cosas, no”, sostuvo Fernández. El empresario, también presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Avíos e Insumos para la Confección y Marroquinería (Cafaycim) y dueño de Cierres Lynsa dijo que es “sorprendente” lo que dice Méndez, porque “la UIA era opositora al kirchnerismo y muchas veces nos enfrentaba”.
Hombres como Zylbersztein o Fernández le pusieron el cuerpo al apoyo al kirchnerismo y de hecho fundaron la organización La Gelbard, donde tomaron un rol de militancia y protagonizaron actos que tuvieron como actor central al propio Moreno.
“Me extraña mucho lo de Méndez, porque ellos sí tienen contactos y no los denunciaron en su momento”, declaró el metalúrgico Aldo Lo Russo, de Taller Baigorria SA, también afiliado a la Agrupación Ber Gelbard. Lo Russo consideró que la corrupción es “estructural a la forma capitalista, quita fuerza a la producción y siempre se le roba a los más débiles” y reveló que apoyó políticas del kirchnerismo como la protección a la industria, “pero faltó mucha planificación”.
En tanto, Ariel Aguilar, presidente de la Cámara Industrial de las Manufacturas de Cuero y Afines de la República Argentina (CIMA) y titular de Corium, dijo que por estos hechos de corrupción “se llevan puestas las políticas que beneficiaron a las pequeñas y medianas empresas, mientras pasan elefantes sobre nuestras cabezas, como la incertidumbre de no saber cómo vamos a pagar los aguinaldos”.
Sin embargo, una fuente del sector, que no quiso revelar su nombre, aseguró que aunque no supo con certeza de la corrupción, vio “algunas decisiones que no se podían explicar”.
Nota publicada en la edición impresa del Diario PERFIL.
