En el sexto informe del Barómetro de la Deuda Social Argentina pidió al Gobierno una "distribución socialmente más equitativa".
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El director del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA (Universidad Católica Argentina), Agustín Salvia, aseguró ayer que "la situación social actual es particularmente difícil pero superable" y sostuvo que una reducción significativa de la pobreza solo se logrará, entre otros factores, "con caída de la inflación".
Salvia indicó que entre diciembre de 2015 y abril de este año la tasa de pobreza ascendió de 29 a 32,6 por ciento de la población, lo que implica 1,4 millones de nuevos pobres, mientras el nivel de indigencia trepó en ese lapso de 5,3 a 6,2 por ciento, según la medición de la universidad.
Esos datos ya habían sido difundidos el pasado 1 de abril, pero volvieron a ser destacados durante la presentación que realizó Salvia junto al rector de la casa de estudios, monseñor Víctor Manuel Fernández, del sexto informe Barómetro de la Deuda Social Argentina que recopila datos de 2010 a fines de 2015 con el título "Tiempo de balance: deudas sociales pendientes al final del Bicentenario. Necesidad de atender las demandas del desarrollo humano con mayor equidad e inclusión social".
Salvia aclaró que "no sabemos la situación actual (de pobreza) y por eso la estamos midiendo ahora", al comentar que hace dos semanas arrancó la nueva encuesta del Observatorio.
Al analizar las cifras, advirtió que hay "4,4 millones de personas que viven en hogares donde hay riesgo de padecer hambre". "El desafío no es solo crecer, reactivar el empleo y reducir la pobreza, sino fundamentalmente introducir al país en una senda de desarrollo socioeconómico y ambiental", enfatizó, al tiempo que aseveró que "es tiempo de recuperar las estadísticas públicas" y "aprovechar la oportunidad histórica para producir un cambio en las políticas económicas y sociales".
No obstante, puntualizó que "tampoco podemos ignorar los costos sociales generados a partir de las medidas de ajuste implementadas estos últimos meses, más allá de los importantes esfuerzos compensatorios".
En ese marco, dijo que "una disminución significativa de los niveles de pobreza solo tendrá lugar por efecto de un conjunto de factores, como caída de la inflación, recuperación del crecimiento, mejora del escenario laboral y el incremento de la inversión social equitativamente distribuida".
Entre las conclusiones finales, el estudio planteó que "no cabe esperar un derrame social sin un modelo que integre subsidiariamente al sistema socioproductivo moderno y eleve la productividad de los sectores informales protegiendo los derechos de los trabajadores".
