Una denuncia penal agrega más tensión en el principal correo del país

Por Ariel Cohen | Era amigo del poder pero ahora no puede entrar en la compañía. Dice que un takeover de Moyano con aval de Macri sería un grave delito. Acusa a directores infieles y al Gobierno. Galería de fotosGalería de fotos

Redacción Fortuna

Patricio Farcuh, dueño de la empresa de correo privado OCA, inició los pasos judiciales para poner a la compañía en concurso de acreedores, al tiempo que presentó en la Justicia una denuncia penal por usurpación de la empresa, extorsión y administración fraudulenta contra un grupo de directivos que tomaron el control administrativo de la compañía.

Como informó PERFIL, a fines de septiembre un “cuerpo colegiado” encabezado por el director de Recursos Humanos de la empresa, Juan Vázquez, señalado como de estrecha confianza de Hugo Moyano, el director de Finanzas, José Aste; y el abogado de la compañía, Natan Taubas, pasó a administrar la empresa después de un conflicto gremial que paralizó los servicios. El paro, impulsado por Pablo Moyano, titular de Camioneros, fue consecuencia del atraso en el pago de sueldos por $ 200 millones, después de que la AFIP embargara las cuentas de la empresa por la caída de dos planes de pagos a los cuales se había acogido OCA por falta de aportes patronales. Se les reclamaba entonces $ 400 millones. Los sueldos se pagaron ese mes con fondos que Ámbito Financiero atribuyó en ese momento a Hugo Moyano.

Desde entonces, Farcuh fue impedido de ingresar a OCA. Un allegado al Gobierno le dijo a PERFIL que el Presidente “está harto de Farcuh”, que lo quiere afuera y que estaban trabajando en ello.

La semana pasada, Ámbito Financiero y Clarín informaron de un acuerdo de Hugo Moyano con el presidente Mauricio Macri para que el ex sindicalista se hiciera cargo de la empresa, así como una supuesta voluntad de la AFIP para facilitar un plan de pagos de las deudas impositivas de la empresa. Fuentes del organismo recaudador confirmaron la reunión y el compromiso de los directivos de OCA de presentar un plan de sustentabilidad de la compañíaEl viernes, en un búnker que el empresario tiene en San Telmo, Farcuh dialogó con PERFIL.

—¿Está al tanto del acuerdo del Gobierno con Moyano?

—Eso sería una barbaridad, porque soy el dueño de la compañía, y se estarían configurando delitos muy graves sobre la propiedad privada. No puedo opinar sobre ese punto, y dudo que el Presidente quisiera verse involucrado en una situación así. Por otro lado, esto termina de confirmar que no era cierto lo que muchos dijeron, de que Moyano, a quien respeto y con quien tenemos puntos de apreciación en común, era el dueño de OCA.

—¿Cómo llega a la situación actual?

—A fines de 2015, después de un año de actualizar e invertir en la empresa y ponerla con altos niveles de rentabilizad, empiezo a transferir el management, y comienzan los problemas. A principios de este año un grupo de directores empieza a oponerse al CEO que designé. Luego empiezan a bloquear información, y a partir de determinado momento tengo evidencias de que buscan queme vaya de la empresa, para hacerse del dinero que genera OCA.

—Pero usted se financiaba con aportes no depositados...

—No eran los aportes de los trabajadores, y lo que hacía era apelar a los términos legales de pago de contribuciones y de planes de facilidades, lo que hacen todas las empresas, por el costo financiero de la financiación. El problema es que los administradores de la empresa dejaron de pagar, no yo. Además, teníamos pendientes de pago, con atrasos, servicios a distintos ministerios y oficinas del Estado, que podrían, con sólo la decisión política, ponerse al día y evitar los conflictos. Pero alguien del Gobierno decidió en algún momento no hacerlo...

—Algunos bancos aseguran que llevaron su preocupación al Gobierno porque temían que OCA no pudiera cumplir con las prestaciones.

—Ahora, después de los últimos meses, no sé, porque decayó el servicio y los contratos, pero efectivamente, OCA atendía al 90% del sistema financiero. Habría que preguntarse si no había negocios de los bancos que corrían riesgos por una regulación, la de corresponsal bancario, que analiza el Banco Central, y en la cual la empresa podía ingresar.

—En algún momento, los gremios dijeron que usted se había comprometido a vender la empresa para destrabar la situación.

—He hecho valuar la empresa, y es de unos US$ 300 millones. En el momento más crítico, los abogados decían que tenían una oferta, pero lo cierto es que quieren sacarme la compañía. Hay intereses ligados a los mismos dueños de siempre de los correos...

—Nunca explicó tampoco a cuánto compró la empresa.

—Así como en 2013, prefiero no decir el número, pero sí te puedo decir que le agregué mucho valor.

—¿Usted puede pedir el concurso de la compañía en la situación actual?

—¡Yo soy el dueño de la empresa! Además, cuando compré la compañía, yo la saqué del concurso.

—Personas ligadas al Gobierno y del mercado aseguran que usted tenía la empresa descontrolada, que gastaba en forma desmedida.

—No ignoro lo que se dice. Pero lo cierto es que hay mucho dinero de la empresa que no sé dónde está ahora y que los administradores deben rendir.

—¿Usted presentó una denuncia penal?

—No puedo comentar mucho sobre el tema, porque creo que está en secreto de sumario, pero hay hechos muy graves que sucedieron.

Viejos aliados, nuevos enemigos, nombres eternos

El sistema de correo privado estalló en septiembre, cuando una huelga paralizó la entrega de resúmenes de cuenta, tarjetas y envíos pactados por Mercado Libre. Desde entonces, la presencia casi monopólica de una firma que se consolidó a la sombra de los acuerdos estratégicos de la empresa con Moyano y el kirchnerismo tensó al mercado postal. Pero Farcuh, joven millonario propietario del grupo RHUO, estuvo, hasta ahora, pegado al macrismo. Apoyó a Mauricio Macri, negoció la venta de una de sus empresas con Nicolás Caputo, íntimo de Macri, y habilitó la excursión del ahora presidente en campaña para unirlo en Francia con Nicolas Sarkozy. Ahora acusa al vicejefe de Gabinete Mario Quintana de querer quedarse con su empresa. Farcuh señala que trabajó en el fondo Exxel cuando Juan Navarro compró OCA a Colella. Pero hasta 2015 pujaron juntos por la presidencia de Cambiemos. Hace 15 días, el presidente del Correo, Jorge Irigoin, un ex CEO de OCA, dijo que le preocupaba el destino de la principal empresa de correo privado. Algo se rompió.

Nota publicada en la edición impresa del Diario PERFIL del domingo 13 de noviembre.

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