Para la iglesia, la economía “no arranca” y no genera empleos

Por Ariel Cohen | El reporte “Empleo, precariedad laboral y desigualdades”, que ya fue adelantado a funcionarios de gobierno, presenta cifras preocupantes. Galería de fotosGalería de fotos

Redacción Fortuna

“Todavía no arrancamos”, sentenció Monseñor Víctor Manuel Fernández, rector de la UCA y una de las voces más cercanas y ligadas al Papa. “Tenemos que poner el acento en el empleo, es lo que ya expresó Francisco; va creciendo la precaricación, y esto nos preocupa porque todavía no arrancamos”, agregó.

Fernández le dio fuerza con su presencia a un exhaustivo informe sobre “Empleo, precariedad laboral y desigualdades” del período 2010-2016 del Observatorio de la Deuda Social (ODSA). Su conclusión principal: una tasa de desempleo del 9,9%, superior al 8,5% que mide el Indec, y un deterioro general de las condiciones laborales y de los ingresos, productos de la inflación. Con todo, el rector de la UCA sostuvo que tienen una “relación de diálogo con el Gobierno, disentimos en forma pacífica”.

En materia de números, el director del ODSA, Agustín Salvia, dijo que las últimas “medidas que buscaron resolver desajustes macroeconómicos, a la vez que crear un clima de confianza para lograr una reacción favorable de los mercados, no han tenido la respuesta esperada”. Pero no se limitó al actual Gobierno en la caracterización, sino que englobó a todo el período de estudio, desde 2010.

Poco propenso a la exposición pública, Fernández le dio hoy un fuerte aval político al ODSA y a su encuesta. Anticipó que, a pesar del saneamiento del Indec (al cual saludó) insistirán en la elaboración de sus números “como un aporte complementario” y una “opción metodológica diferente”.

Cuando PERFIL consultó su opinión sobre si la demanda de los movimientos de trabajadores precarios (los más perjudicados en los últimos años) para ser incorporados a una cobertura social formal, el rector de la UCA fue claro: “No queremos favorecer los subsidios, sino premiar al trabajo permanente y estable. Ahora, la situación de los trabajadores precarios es dramática, por lo cual acompañaremos todo aquello que sea a favor de dignidad de la persona”, subrayó.

Las definiciones son relevantes porque fueron hechas cuando se debate la reforma del impuesto a las Ganancias, y apenas unas horas después de la sanción de la Emergencia Social. No obstante, Fernández destacó: “Tenemos diálogo con el gobierno, disentimos en forma pacífica”, recalcó.

El rector de la UCA enfatizó su preocupación por el empleo al sostener que, esa es la prioridad absoluta; tanto que, incluso, el ODSA postergó para marzo la difusión de su tradicional encuesta sobre la pobreza, que tampoco augura buenos datos en los últimos años.

El informe de empleo incluso le fue adelantado a funcionarios del Gobierno, dijo Agustín Salvia, quien destacó el trabajo en colaboración y de diálogo con los técnicos del Indec, y de diferentes ministerios, como Desarrollo Social, para quien elaboran un mapeo de las necesidades alimentarias.

Salvia, en tanto, opinó que las medidas del Gobierno que buscaron "resolver los desajustes macroeconómicos y crear un clima de confianza para una reacción favorable de los mercados no han tenido la respuesta esperada". El ODSA demandó "políticas activas" para que una eventual llegada de inversiones "se derrame" hacia los sectores postergados.

Los números

El informe sobre "Empleo, precariedad laboral y desigualdades estructurales (2010-2016)" también indica que "sólo el 41,4% de la población económicamente activa posee un empleo asalariado o no asalariado con calidad plena de derechos laborales". "Mientras se mantenga el actual escenario recesivo, sólo cabe esperar un aumento del desempleo, los trabajos de subsistencia y de la precariedad laboral", alertó la UCA.

En ese sentido, Salvia mencionó que si bien "no hay evidencias de una crisis ocupacional, tampoco hay evidencias de que estén ocurriendo mejoras. Un cambio de rumbo no sólo necesitará de inversiones, sino también de políticas que reactiven el mercado interno, apoyen a las micro empresas y mejoren su productividad".

En esa línea, el informe remarcó que "persisten barreras productivas estructurales que impiden la inclusión de los núcleos de marginalidad y descartados sociales" y que creció "la percepción de los ocupados de considerar altamente difícil conseguir un empleo similar en caso de perder su actual trabajo", de 84,5% a 88,1%.

Además, "entre el cuarto trimestre de 2015 y el tercer trimestre de 2016, sin que se hayan registrado cambios relevantes en la tasa de actividad, se confirma una caída del empleo pleno (de 1,6 puntos porcentuales), incluso en el empleo precario", puntualizó el reporte.

"Estamos muy lejos de garantizar los derechos laborales de casi la mitad de los argentinos. Las pocas mejoras las experimentaron los trabajadores de estratos medios y medios altos, y no los de más bajos recursos educativos. Las mejoras, además, tendieron a estancarse y revertirse en los últimos dos años", indicó Salvia.

Entre 2010 y 2016, "la proporción de subempleos inestables pasó de 9,7% a 18% de la población económicamente activa. Este fuerte incremento, originado principalmente por las políticas contra-cíclicas de generación de trabajos vinculados a un mercado interno de consumo de bajos ingresos compensó el comportamiento de la desocupación, en un contexto de falta de inversión productiva y de ausencia de creación de empleo pleno", repasó el ODSA.

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